viernes, 30 de noviembre de 2012

El artesano (cuento) capítulo 8



El artesano – capítulo 8
El artesano abrió la puerta hasta un punto en que podían verse ambos rostros y puso automáticamente el pie derecho detrás de la puerta para que Marta no se la abra del todo.
_ No quiero problemas.
_ No tendrá problemas.
_ Voy a tenerlos con su marido.
_ No los tendrá, él hace lo que yo le digo.
_ Nadie hace lo que otro le dice, alguna vez se revelará.
_ No se revelará nada.
_ La revelación será el Apocalipsis.
Marta puso la mano sobre la puerta y la empujó levemente, El artesano sacó su pie como si Marta le hubiese ordenado que lo saque, la miró a los ojos, era una mujer muy bella, el azul cristalino de sus ojos era muy profundo, tan profundo como el mar, El artesano podía “ver” semillitas detrás de esos ojos y luego el universo, imaginaba…y Marta sabía lo que él imaginaba.
_ Necesito aparearme…
_ ¿Aparearse? (era una palabra muy poco común de utilizar).
Marta tenía el pájaro-avión en su mano derecha, entró y cerró la puerta con un movimiento de cintura golpeando suavemente una de sus nalgas contra la puerta, abrió la palma de su mano dejando la talla bien a la vista del Artesano y le dijo suavemente, casi soplándole al oído:
_ Quiero volar…
_ Esa es una mejor forma de pedir las cosas. (Marta no las pedía, las ordenaba).
El artesano dejó caer el toallón de su cintura y Marta se desvistió en segundos…
_ ¿Quieres que venga también tu amiga?
_ No!, digo no, no. (El artesano pensó que Marta dominaría fácilmente al hombre menudo, y se preguntaba si ella no lo dominaría a él también, juntó algo de coraje o ese resto de hombría que le quedaba).
_ Así que quieres aparearte… (y la llevó hasta la cama).
El avión-pájaro quedó sobre la mesita de luz.
_ Por aquí hay pocos hombres.
_ por allá hay pocos ángeles.
_ Tal vez demasiados guardianes...
[[[ Génesis 6:1-5
1Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. ]]]
_ Tú eres bondadoso, ciertamente tendrás tu día de suerte.
El artesano recordó su charla con el conserje, sonrió y se quedó profundamente dormido, soñó con niños, un sueño suave y tierno, se veía a él mismo jugando en un arenero, en una plaza… una madre vestida con una pollera larga oscura hasta debajo de sus rodillas y una camisa blanca algo entablada, y el cielo celeste, límpido, girando y girando por la referencia de algunas nubes como de algodones, se vio en el parque independencia en un avioncito que giraba y delante un helicóptero y deseó ir en ese helicóptero y volar y volar…
Despertó y Marta ya no estaba, ella simplemente DESAPARECÍA.
Sonó su celular: “En 45 minutos salimos para el laboratorio”.
El artesano se levantó, se sintió sucio… transpirado, se dio una ducha rápida en el baño que siempre relucía y así lo dejaba él a pesar de su apuro, no estaba en condiciones de ir a ninguna parte pero iría de cualquier forma, se tomó un “berocca”, luego una aspirina, se vistió con un jean y una camisa blanca y corbata como si fuese a una entrevista de trabajo, estaba confundido… bajó al comedor.
Estaban Soledad y Alfonso ya sentados en las dos mesas de siempre tomando un café y charlando plácidamente como si nada hubiese sucedido, El artesano pensó ¿“esto” será otro planeta?, pero no, no lo era, Marta estaba detrás de la barra y lo miraba con sus ojos de mar. Ël solo cumpliría con su trabajo como siempre lo había hecho y luego se iría lejos tal vez a México o a España o donde sea.
_ Un café cargado señora… por favor. (El artesano quería demostrar una distancia tan inexistente como obvia, Marta hizo un gesto moviendo levemente su cabeza y levantando sus ojos).
Tomaron sus cafés y salieron en la Luv hacia Alta Gracia, Soledad llevaba su bolso verde militar, deberían ir por Mina Clavero y luego por las altas cumbres, al anochecer las nubes iban bajando y en la ruta había una neblina persistente. De cualquier modo llegaron sin mayores problemas, Alta Gracia era una ciudad algo pequeña y de muchísima tranquilidad, el hospitalito parecía una casa más del barrio, una puerta doble de pinotea y dos ventanas con vidrios repartidos, ningún cartel, solo una cruz de color azul, casi un dispensario, una pequeña clínica, en la puerta lo recibió un custodio de seguridad privada, enseguida los saludó y les permitió el acceso, adentro había un pequeño “estar”, contra las paredes unos sillones tipo sala de espera y adelante un mostrador alto con vidrios en su parte frontal dividiendo el supuesto enfermo de las dos administrativas que atendían, a esa hora ya casi no había gente porque los médicos se marchaban a las 19 horas y quedaba solo un enfermero estudiante de medicina del último año de carrera a modo de guardia. A un lado del mostrador un pasillo ancho comunicaba con dos consultorios médicos, luego una sala de análisis y en frente una de estudios radiográficos, al final del pasillo una puerta doble vaivén de madera con una faja de acero inoxidable en la parte central a la altura de una camilla y dos vidrios opalinos con sendas cruces rojas en la parte superior, por encima un cartel blanco con letras verdes decía “quirófano”, frente a la puerta esta vez dos agentes de seguridad mantenían una charla que fue abruptamente interrumpida con la llegada de Alfonso, ambos les cedieron el paso con un saludo muy cordial, pasaron a un sector algo reducido de higienización primaria, luego a otro donde se colocaron unos trajes enteros color blanco, guantes de latex, polainas y cofia y finalmente un barbijo, luego ingresaron al quirófano propiamente dicho con la camilla alta en el centro y sus luces arriba, el instrumental necesario a los lados en mesitas de acero inoxidable, el tubo de oxígeno y la característica máscara verde cristalino colgando de una manguera corrugada blanca casi transparente… al final otra puerta doble comunicaba con otro pasillo con dos puertas que seguramente serían las habitaciones de internación, al final otra puerta doble, esta vez robusta y totalmente en acero inoxidable, contra la pared un pequeño dispositivo con una pantalla táctil para ingresar una contraseña y a un lado un orificio por donde podía distinguirse una luz verde brillante para colocar cualquier dedo de la mano y permitir o no el acceso al “laboratorio”. Alfonso cumplió con cada requisito e ingresaron a otro “estar” esta vez de asepsia total para garantizar que no haya contaminación alguna, luego otra puerta completamente vidriada y hermética se abrió delante de ellos dejando escapar un pequeño silbido de la atmósfera controlada a sobre presión atmosférica. El hospitalito se acababa de transformar en una especie de GRAN laboratorio donde varias personas trabajaban en distintos instrumentos incluso algunos separados en pequeñas habitaciones totalmente vidriadas.
_ Aquí la contaminación es casi similar a la de la NASA.
Alfonso pasó por otra puerta a lo que sería una especie de pequeña morgue… no había tanto para guardar, abrió uno de los largos cajones de acero inoxidable, en él, en posición casi fetal o como si hubiese estado en cuclillas un esqueleto de un niño momificado con restos aún de tela adherida, El artesano calculó por la medida de sus huesos que sería un niño de unos 12 años de edad aunque su capacidad craneal era muy superior, casi el doble de lo normal, su cráneo era alargado por encima de la nuca.
_ Este chico fue encontrado en la cueva que estuvimos hoy junto con otros cuerpos momificados, el adn mitocondrial nos da humano, el adn nuclear por parte del padre es totalmente desconocido, no es comparable con nada que exista sobre la tierra.
_ ¿Qué hacen en este sitio?
_ Atendemos la salud de la comunidad.
_ Digo aquí, en este laboratorio.
_ Genética, también tenemos otro sitio de robótica, aquí se investiga y se llevan adelante ciertos experimentos no del todo autorizados, o digámoslo de otra forma, no del todo informados.
_ Eso es ilegal…
_ No, no del todo ilegal, hay cosas que no las pueden conocer mucha gente o pocos o directamente solo dos personas, no mas que eso. (Alfonso miró a Soledad y al Artesano, ¿serían ellos los dos elegidos?). Hoy tuvieron ustedes la primer gran experiencia ingrata pero también hay de las otras, al conserje le devolvimos parte de su vida… un éxito total. (Alfonso cerró la caja metálica con el “niño de las estrellas” adentro).

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