Ella
despertó con los primeros rayos de luz de la mañana, el sol entraba
furioso entre los espacios dejados por la persiana americana de roulí,
dio varias vueltas y sintió la suavidad de la almohada rellena con
plumas de ganso, era todo tan blanco, tan puro, tan inocente... el
velador de kitty
aún permanecía encendido, no recordaba ni haberlo encendido ni apagado o
vuelto a encender, se sentía fuera de toda la historia, libre, no
pensaba demasiado. Se incorporó, se tocó la piel, la cara, el cabello
mas largo, mas dócil. Su ropa interior ahora tenía estampas de kitty,
fue hacia una cajonera tan blanca como el resto de los muebles con un
gran espejo en su centro exacto, se vió tan diminuta, tan pequeña que no
supo casi quien era, 6, 7, tal vez 8 años de edad. _¿quien soy?, ¿qué
hago aquí?. (no tenía edad para un pensamiento tan complejo)
_ ¡Maaaaaá!. (gritó)
Nadie
contestaba, casi llorando volvió a gritar y nada, salió de la
habitación de las edades, se percató de algún movimiento o ruido, bajó
al living y encontró a una señora algo rellena con uniforme, "obesa" se dijo a si misma, se revisó y se encontró delgada, muy delgada...
_ Donde está mi mamá?.
_ El señor está en la pileta señorita.
Ella se vio en traje de baño amarillo patito con volados en su cintura y fue hacia el fondo donde alguna vez paseaban las gallinas.
El viejo devenido ahora en un atlético joven de barba negra nadaba crol en la pileta, ella lo miró y miró, esperó a que él se detenga sobre el borde.
_ Vamos, anímate... vamos a nadar!
_ Quiero a mi mamá!.
_
Ah si, claro... tú mamá. Yo también extraño a mi mamá, pero
lamentablemente mi mamá murió hace algunos años, tu mamá... tú mamá,
ella no está aquí, ahora, ella está en otra parte, otro tiempo, ven a
nadar, tírate y yo te atrapo!....
_ No se nadar, quiero estar con mis padres.
_
Si realmente lo desearas estarías con tus padres, ¿qué es lo que deseas
ahora? Aquí tienes de todo, al lado tienes unas pocas cosas pero tienes
todos los juguetes que quieras...allá tienes dinero, aquí tienes hasta
un piano que jamás podrías comprar en otro sitio. Lejos muy lejos tienes
a tu madre, tus hermanos, eres libre de soñar y de elegir, estás donde
tu has decidido estar, yo solo te acompaño, soy simplemente parte del
camino.
Ella
no entendía lo que le decía, vio un inflable que simulaba una orca en
el medio de la pileta y se zambulló al agua y nadaba como podía,
flotaba, el agua estaba extraordinariamente tibia, el sol pegaba fuerte y
allá estaba la orca maravillosa, y él le dijo de ponerse protector
solar, el la sostuvo para que flotara de espalda y la llevó hasta la
orca.
_
Nada me importa mas que mis padres. (Era raro sentirse tan pequeña y
tratar de pensar en lo que había sido hasta hacía unas horas antes,
imposible).
_
Sueña entonces con ellos, sueña y tráelos a este lugar, aquí podrán ser
felices todos juntos, solo necesitan pensar en ustedes mismos, la
felicidad es simplemente eso: pensar.
_ Y después qué?
_ Después nada, solo despiertas y ya.
_ Y si no despierto?
_
Si no despiertas es la muerte y la muerte no es nada, no hay sueño en
la muerte, no hay anhelos, no hay amor, la muerte es solo el vacío, un
pensamiento muerto, negro, olvidado... hasta que alguien lo encuentra y
lo hace suyo y lo aclara, lo realiza, lo adopta y lo realiza. ¿Quieres
tomar una chocolatada?. (Y ella asintió con la cabeza mientras le
chorreaba el agua desde sus cabellos ahora enrrubiesidos por su cara).
_ Mientras sueñes estarás viva y si me sueñas yo estaré de una u otra forma cerca tuyo.
El
gato negro liberado se acercó sigilosamente a la piscina, el
viejo/joven Alarcón le pasó la mano por el lomo y el gato se estiró
tanto como pudo, casi agachándose, el pelo negrísimo se transformó casi
en violeta por la luz del sol, 8 minutos era lo que tardaba un fotón en
llegar desde el sol hasta la tierra y el gato se maravillaba por ser tan
rápido que podía esconderse antes de ese lapso de tiempo entre las
plantas. Maullaba, mostraba sus dientes y se encorvaba. La nena salió de
la pileta para correrlo, ella parecía olvidar la realidad, el cerebro, a
veces, cuando quiere nos engaña y el gato se dejó atrapar, sabía que la
nena no lo ataría jamás a la pata de la mesa.
_ Quiero a mi ma.
El
salió de la pileta y le pegó una bofetada que le dejó la blanca mejilla
de color rosado, ella llorando lo miró sin comprender el por qué, lo
odió y le tuvo miedo a la vez. La nena salió corriendo hasta su cuarto
de kitty, él se
miró las manos, se odió a si mismo, no podía comprender tanta necedad,
la violenta inmadurez lo sobrepasó y arrepentido le vinieron ganas de
golpearse a si mismo. Las gallinas corrían en su medio revoloteo al
agujero para escapar del gato mas amado que era libre y la nena mas
querida ya no podría perdonarlo. El avioncito de papel cayó del cielo
mantenido a medias por una brisa suave que nunca alcanzó, el viejo
Alarcón ya no supo mas quien era, todo se oscureció después de esos
últimos 8 minutos, él no pudo despertar jamás de aquella maldita siesta
de verano.
Como
hace uno para irse a dormir en medio de un sueño y soñar que estamos
soñando? que ha sido primero, el sueño o el sueño del sueño? Ella miró
al viejo Alarcón dejar la botella de jerez sobre la mesa y vió un guiño
suave y sincero en su rostro, ella preguntó por el gato atado a la pata
de la mesa que dormía ya agotado de tratar de desatar el cordón que lo
mantenía prisionero. "El gato es el ser mas inteligente de esta tierra
sin embargo Dios le ha dado una gran destreza pero no la suficiente o
las herramientas necesarias para poder liberarse de este nudo, el
necesita algunos dedos en sus manos y yo necesito que él me quite la
mala suerte del destino". El viejo le dijo que lo siga "tu mereces una
cama limpia, pura y blanca", tomo una linterna de ferroviario del
bargueño, de esas con un gran reflector y de mas de tres pilas grandes
en su cuerpo y salió al patio de los pobres hacia el fondo, allí había
una montaña de basura orgánica donde se criaban grandes lombrices
especiales para encarnar un domingo de pesca, el viejo esquivó la basura
y le dijo a la muchacha "por aquí", pasando el lombricero seguía hacia la derecha un pequeño pasillo de tierra con algo de cesped
ralo bordeando la pared que seguramente fuera de la cocinita, al pasar
la muchacha pudo ver por la ventana los viejos aparadores de la abuela
pintados de color amarillo claro. Al final sobre la pared a media altura
había un agujero hecho a golpes de martillo y cortafierro.
_
Por aquí pasaban las gallinas, del otro lado había una vieja casa de
alquiler y utilizábamos el patio del fondo para que "anden" las gallinas
y coman, a la noche las pasábamos para este lado para que los gatos no
las ataquen y las maten. Ven, pasa por aquí. (Y el viejo se agachó y
pasó por el hoyo a la otra casa)
La
muchacha lo siguió y con el mismo movimiento pasó hacia la otra casa.
El fondo era hermoso, lleno de plantas altas cerca de las paredes y cesped
bien cortado, en el fondo 5 pinos y en el centro una pileta de natación
de 6 metros x 4 y faroles coloniales a los lados que daban una
iluminación justa y color sodio a una noche cerrada, un juego de jardín
de aluminio color marrón oscuro casi negro debajo de un gacebo
color arena, en la mesa central un adorno de cerámica beige permitía
por unos huecos el escape del delicioso olor aceitoso de una vela
aromática. Siguiendo un quincho bien instalado y en el centro una puerta
de aluminio anodizado
daba acceso a una casa de dos plantas importantes con techos a
pendientes con desniveles todos con tejas coloniales algo atacadas por
hongos que ya pedían una limpieza con ácido muriático. Pasaron por un
pasillo a un amplio living
de piso de cerámica cruda separadas por listones de madera de virapitá,
en uno de sus lados un hogar imponente con su mármol de carrara,
a una distancia prudente una bellísima alfombra persa de colores en
tonos amarillos, marrones y rojos vivos y oscuros definitivamente daban
esa sensación de opulencia, al pie de la alfombra un juego de sillones
de 3 cuerpos en cuero negro y en el centro una mesita "ratona" soportaba
una botella de whiskyGrant's,
dos vasos bajos de boca ancha y una hielera de cristal tallado a mano
que la muchacha pensó serían del juego de las copas de jerez con su
carga de hielo como recién puesta y a la espera de ambos, un poco mas
allá, en el centro geográfico de la sala la mesa de algarrobo con sus 6
pesadas sillas, desde lo alto la pesada "araña" de hierro forjado
colgaba de unas gruesas cadenas iluminando tenuemente el ambiente con
sus 6 lámparas que simulaban ser velas encendidas... Cerca de los
sillones un piano Yamaha
negro hacía juego con el color del cuero de los sillones. En la pared
frente a ellos una puerta de cedro de tres hojas con vidrios repartidos
de cristal biselado donde se reflejaba todo el espectro de colores de
luz emitida desde la lámpara de techo, a su lado una imponente escalera
en madera con sus barandas torneadas de estilo portugués daba acceso a
la planta alta. Subieron, ella detrás de él, el viejo se detuvo en el
barandal y observó lo espléndido del living...
_
Una vez me dijeron "yo puedo llenarte toda esta habitación con dinero y
de que me sirve? si me estoy muriendo, te cambio todo esto que poseo
por tu juventud". Hubiese querido ayudarlo pero ¿como detener el
tiempo?, ¿como retrocederlo?,
existen posibilidades que no están a nuestro alcance, a mi alcance, a
nosotros nos pasa algo parecido, al gato que está atado a la pata de la
mesa. Ven vamos a dormir. (el viejo se dio vuelta y le señaló una puerta
blanca laqueada que estaba junto a otra idéntica).
_ Por favor elige una de ambas puertas, tu tienes esa posibilidad de elegir tu camino, aún posees todo el tiempo del mundo.
La
muchacha eligió la puerta izquierda, eso significaba que la decisión
estaba tomada por su lóbulo cerebral derecho, abrió y se encontró con un
dormitorio blanquísimo, decorado completamente en forma infantil desde
sus muebles, cortinas, alfombras y lámparas con imágenes de kitty. Giró y miró al viejo que aún permanecía parado bajo el marco de la puerta.
_ Elegiste bien, este es el cuarto de las edades.
Ella
no dejaba de mirarlo, de sentirlo, el viejo bajó la vista y fue
cerrando despacio la puerta, se desvistió y ella pudo sentir el aire
tenue, fresco en su piel, se dispuso a dormir, frente a ella un gran
reloj de kitty
parecía paralizado, inmóvil... cerró los ojos y trató de no pensar en
nada, sintió la puerta abrirse lentamente, el viejo se acercó y la
cobijó apretando la blanquísima sábana en el diminuto espacio que dejaba
entre su cuello y la almohada, le dio un beso en la frente, apagó el
velador y salió tan sigilosamente como había entrado. El segundero del
gran reloj de kitty empezó a girar contrario al sentido humano del tiempo, afuera el maullido de un gato indicaba que uno acababa de desatarse.
La
sobremesa se prolongó varias horas por encima de las 12, el viejo tenía
un aparador también de cedro rojizo haciendo juego con la mesa que aún
permanecía con los platos hondos "sucios", los cubiertos y la olla de
fundición, un bargueño plagado de botellas de licor y otras bebidas espirituosas
que contrastaban con lo rústico del resto de la posada dejaban a la
libre interpretación de emborrachar los pensamientos. Ella preguntaba y
preguntaba cosas de arte y otras cuestiones que le interesaban como la
música, el jazz, la moda y la gente de esa ciudad mientras tomaba de una
copita de
cristal tallado a mano pequeños sorbos de jerez servido apenas fresco;
el viejo ya transformado en una especie de sabio de 2 o 3 materias de la
vida (todo lo que no enseñan en una facultad) iba llevando toda
conversación al terreno filosófico/intelectual, al fin y al cabo decía
"la vida es un aprendizaje constante" o "todos hacemos política hasta
cuando comentamos un cuadro, una receta y hasta cuando hacemos el amor".
_
La cuestión es la realidad, esa locura diaria que uno debe transformar
en algo válido, algo que valga la pena ser vivido, sino para qué la
vida?, validar significa darle sentido a las cosas inclusive la locura,
validar la locura ya significa acordar lo insensato. Todos corremos
detrás de esa idea que surge en el momento, el presente y esa repetición
transformada en rutina y que mantenemos a capa y espada para ser
aceptados por los otros... Y quienes son los otros para juzgarnos y
luego comprendernos, o ni siquiera eso sino mas bien para NO
comprendernos y luego juzgarnos, quien es aquel o aquella para sentirse
dueño del otro, quien es aquel que invade nuestros pensamientos con los
sueños?, si ni siquiera te dejan jugar en el barro, ¿quien es el loco
entonces?
_
Mi cuestión es el camino y ese mismísimo camino me ha llevado hasta
aquí. Un poco leyendo un poco soñando... sabiduría o experiencia, no se
bien la posibilidad a tomar. A veces es la voz desde un cuadro o el
sonido de una melodía, es la voz o la letra la que me dice cosas,
sinestesia, ojos azules/alma blanca, surges desde mis entrañas
entrañablemente amable, acaso es la voz de mi consciencia o es mi
memoria y mis recuerdos en ella quien me alimenta las ganas de
encontrarnos?.
_
Los caminos son universales, las decisiones son puertas, una tras otra
que debes atravesar, algunas las irás cerrando, otras quedarán entre
abiertas y definitivamente una sola se abrirá para que pases y
permanezcas. Podemos salir a la quinta, aquí mismo detrás de la
cocinita, allí entre las verduras podemos recoger algunos billetes
verdes o recolectar monedas que caen de los árboles frutales, y cuál es
mi trabajo? solo el de mantener esta quinta para los economistas de la
tele algo siniestra, te imaginas si yo metiese todo ese dinero en el
mercado o si me lo llevara a otra tierra extranjera?, alimentaría a que
esta sociedad se caiga y los periodistas morbosos lo repetirían por
todos los canales... Sin embargo solo tomo lo necesario, algunos tomates
y pimientos para mis recetas sin que se entere el fisco no vaya a ser
cosa que me quieran cobrar impuestos por una sopa bien hecha.
_ Entonces todo se traduce en dinero o comida?
_
No, no todo es dinero ni comida, tú eres vegetariana y es importante
para ti tu dieta, tienes que saber sobre comida porque sino de una u
otra forma falleces y ese saber alimenta tu consciencia, yo siembro
dinero y es importante para mi como para el resto de la gente, sobre
todo para aquella que me ignora o que simplemente se mofa sin siquiera
conocerme, el dinero es todo eso, lo hemos aprendido desde pequeños,
vivimos en una sociedad capitalista, una sociedad de consumo que se
consume a si misma, nuestros padres se murieron buscando una forma de
vivir mejor en base al dinero, una fortuna sin darse cuenta que la
fortuna es ESTA la de estar juntos y convidarnos, todos hablan de moral
sin embargo a nadie le importa un pito que le pasa a la gente que nada
tiene y que está a nuestro lado todos los benditos días, todos piensan
que darle algo a alguno es perder lo que le correspondía por ser
simplemente pudiente o peor aún creen que el gobierno se lo está sacando
a uno, se lo roban a uno para dárselo al que poco sabe de consciencia y
por eso le decimos inconscientes, la moral no se compra en los
supermercados y las mejores letras se escriben en las paredes. Ahora yo
me pregunto ¿Quien es mas inconsciente, el qué da o el que recibe o el
mismísimo gobierno que organiza el saqueo?. En la vida hay que tener
imaginación, creatividad y criterio, el arte de vivir plenamente las
sensaciones, si una de esas tres cosas te faltan vas desnudo por el
tiempo y ni siquiera sueñas. El viejo Alarcón dejó su pequeña copa de
cristal tallado a mano vacía de jerez sobre la mesa y le dio un buen
trago directamente desde el pico de la botella ancha y oscura con
etiqueta amarilla donde se leía "el abuelo", y en rojo una banderita que
decía "jerez".
Fue una noche, una más o tal vez haya sido a la tarde ya tarde que golpearon la vieja puerta de color verde inglés, un tactactac, tres ruidos secos y sonoros, otra vez el tres, entonces el viejo dejó el origami
sobre la mesa y lentamente fue a atender, salió del "comedor" al patio
de la pobreza casi sin mosaicos o con pocos mosaicos esparcidos
irregularmente, sin embargo en el lateral de la medianera los helechos
se erigían formidables como si fuesen serruchos prontos a aserrar alguna
cabeza, los esquivó y dijo "Quien???", ella estaba sobre la finita
vereda de baldosas grises mirando la pared rosada pintada a "escoba", no
dijo nada, solo atinó a volver a golpear casi con vergüenza, más suave.
El viejo sacó de su bolsillo una llave de bronce de un tamaño bastante
mas grande que el común de las llaves, lo insertó en la vieja cerradura y
giró las dos veces necesarias, abrió tan solo 5 centímetros la puerta y
la miró como si fuese un scanner
de un aeropuerto, por ese y otros motivos el viejo se había ganado el
mote de "el ojo". De inmediato la reconoció o vaya a saber uno cual fue
ese impulso eléctrico en su cerebro, qué premio nobel
podría saber la hormona que en ese momento era segregada en su
organismo y hacía que la reconociese como quien reconoce a una vieja
compañera. "Pase usted" le dijo y ella "vengo a vivir" le contestó. A
vivir?, aquí? en esta casa lejana de todo y de todos por propia
elección, aquí solo crece indiferencia... y llueve soledades desde fuera
por las goteras hasta el sombrero de quien se siente a mi diestra.
_
Insólito, usted es insólito, viajé por mas de 10000 kilómetros de
sueños para llegar hasta aquí y usted solo tiene grises para mi?.
_
Es que los perros soñamos solo en blanco y negro... y cada año son 7
años y además los perros no sabemos pintar en colores ni siquiera
sabemos tejer una vida, solo vivimos hasta que nos llega el tiempo de
ser otro ser.
_ Quien es usted?. (Ella preguntaba por preguntar o tal vez por el solo hecho de no saber como había llegado hasta allí).
_ Solo soy lo que piensa que soy, pero, pase usted, yo no muerdo jeje (y el viejo rió mostrando un diente algo ocre por su funda ya deteriorada).
_ Ya es algo tarde y las sombras empiezan a crecer, nunca pude reconocer mi sombra en un sueño.
_ No hay sombra propia cuando la luz emana desde dentro, necesita que la sueñen para que su sombra la alcance.
Entraron
al comedor y la mujer pudo ver centenares de origamis, estaban por
todas partes desde pájaros a barcos todo estaba hecho en papel.
_ Es un pequeño pasatiempo, pasa_tiempo me gusta mas así, cortado, el tiempo es algo indescifrable aquí.
_
A quien le importa el tiempo cuando no se tiene todo lo que se desea, a
veces, cuando nos pasan cosas malas el tiempo es interminable?
_
El tiempo no existe solo es parte de la distancia, si yo me alejara de
usted lo suficiente podría yo ver lo que fue usted ayer y si se alejara
usted otro tanto podría ver lo que yo fui hace algún tiempo atrás pero
ya sabe que el tiempo no existe como tal, así como se lo imaginan los
mortales.
_ Aquí, es raro y es usted muy amable. (del otro ambiente emanaba un aroma riquísimo a verduras hirviendo).
_
No es raro, solo que no está acostumbrada, raro es un gato con dos
colas (y ella rió). La vida, los sueños, el amor, todo es como esa sopa
de verduras, solo el que la cocina sabe que ingredientes le puso, usted
debe escarbar y escarbar buscando lo que más desea, sin embargo yo se lo
que desea.
Sobre
la pared un atril mostraba un dibujo en carbonilla aún sin terminar, un
bosquejo, un rostro de una bella mujer con lentes y una media sonrisa
entre inocente y provocadora insinuaba mucho mas de lo que se veía.
_ Quien es?
_ Es usted, hace algún tiempo, solo días.
_ Como pudo usted saber...
_
No lo supe, usted lo soñó y yo la miré desde lejos, así como desde el
ojo de una cerradura. Así es como funcionan algunas cosas.
_ Quisiera entonces yo mirarlo.
_
Puede hacerlo. (y el viejo iba buscando platos, cucharas, poniendo la
mesa sobre los origamis) Solo debe pensar, imaginar, alejarse...
Ella
cerró los ojos, entonces el viejo fue a buscar una vieja olla negra de
fundición humeante y la colocó en el centro de la mesa, sirvió
abundantes cucharones de sopa en cada plato, el humo le empañaba los
lentes y ella mantuvo los ojos cerrados, él le acarició el rostro
pasando el torso de su mano derecha por la mejilla derecha de ella, ella
abrió los ojos y vió a travéz de la bruma un hombre de unos 35 años de
edad de cabello largo y enrrulado y ojos marrones, él la tomó suavemente
y ella asintió dejándose llevar. Un viejo reloj de pared se detuvo o ya
estaba detenido o sus agujas retrocedían lentamente, ya no importaba
demasiado, en su cerebro era interpretada cada señal emitida por los
sensores y activadas nuevas neuronas que poseían esa capacidad de
otorgar la experiencia necesaria según los recuerdos atesorados en su
memoria. Ella deseaba, imaginaba el futuro cercano y el deseo se iba
transformando en la culminación del amor en el acto sexual. Ella desnuda
sobre la mesa, su piel blanca y suave sobre los origamis, a un lado la
olla humeante, los platos y cubiertos, su cabello color chocolate libre
sobre la madera de cedro rojizo, aún mantenía los lentes en su sitio y
eso era otra pequeña parte del juego, sus pechos hacia cada lado y sus
pezones rozados, sus lentes y su media sonrisa cómplice, el ahora hombre
vigoroso sin edades entraba y salía de su cuerpo de una forma entre
jadeos de acelerar las reacciones electroquímicas de ambos. Ella con la
cabeza colgando del lado opuesto de la mesa pudo ver en forma invertida
su propio retrato en el atril ir cobrando vida entre colores rojos,
lilas y amarillos; sus zapatos de tacos altos rojos y sobre ellos su
pequeña tanga con encaje blanco, silenciosos ambos al lado de un gato
que maullaba atado a la pata de la mesa en el preciso instante cuando
sonó el tic del segundero del gran reloj que se transformó seguidamente
en un gong lento, perezoso y prolongado que decidió marcar las 12 de la
noche en punto. Lo bueno de las ollas negras de fundición es que
mantienen por un buen período de tiempo la temperatura de la cocción, el
viejo Alarcón se ató el cabello y ambos se dispusieron a volver a
saborear la sopa.
La morada del viejo alarcón era así nomás de vieja, los tirantes de pinotea,
las alfajías y ladrillos y mas arriba las chapas derruídas, las paredes
despintadas y las aberturas de antaño haciendo juego. En verano el sol
calentaba tanto que podría cocinarse uno a fuego lento sin siquiera que
los vecinos sospechen absolutamente nada. En invierno las arañas tejían
su nido con tramas, nudos y agonías, en un cumpleaños cualquiera el que
se sentaba a mi izquierda decidió dejarse el sombrero puesto porque una
gotera ubicada justamente arriba suyo le propiciaba la fría humedad del agua de lluvia que con un sonido permanente y perpetuo taladraba el cerebro de todo el grupo. El viejo no tenía sentido, su pelo era gris y su ropa desalineada,
su mirada profundamente perdida en la infelicidad del tiempo
transcurrido respiraba con ese olor característico del ácido u orina.
Había pintado el tapial del frente con un color rosa similar a la casa
rosada y al palacio de la intendencia de la ciudad cosmopolita y sin
embargo paredes adentro él era un hermitaño anarquista por
desconocimiento convencido. Afuera era la vida, el tiempo transcurría
tan lineal como así lo designaran todos los humanos que se atropellaban
en torbellinos anónimos en las galerías de las calles peatonales
del centro, aunque los mismos supieran que el amor era un arte que iba
mucho mas allá del tiempo y la distancia y que muchos habían perdido
esperando infructuosamente el vehículo que los llevase de vuelta al
vientre materno. El viejo Alarcón guardaba con mucho celo un puñado de
arena en su alma, él sabía que ella lo amaba y que mas tarde o mas
temprano iluminaría las sombras de una soledad casi elegida. Él la amaba
con el amor de los murciélagos ciegos revoloteando en la oscuridad de
los armarios, o con la tenacidad de esas lombrices como víboras ágiles
rastreras que por debajo de la mesa devoraban las migas de una novela de
película repetida mas de cien veces en el cable. La cama durante las
cuatro estaciones estaba simplemente siempre fría, no humana, de otro
lado y de otra vida, aunque en verano todo fuese un infierno bajo las
chapas y en invierno el frío penetrase hasta el esqueleto duro sin
caricias, el viejo aún creía en el amor, y para eso alguna vez tuvo que
detener el tiempo en su morada congelando así hasta su propia identidad.
Fue
suficiente, una voz conocida más allá de los papeles que venía desde la
distancia, ese espacio no medido, sin sentido, ese que viene retumbando en las
paredes de lo imposible. Desenterrada la voz como un sonido muerto viviente:
del mas allá. Sin embargo fue una aurora, un sueño que venía a ser cierto, yo
la quería cerca, al lado, recostada en el césped un día de verano, cerca del
río verde y marrón donde tantas veces había estado o simplemente caminando por
la costanera con sus zapatos rojos y tacones. Me propuse volver, dejar de
releerme y volver, ella lo había pedido con esa vocecita tan suave, al oído y
para que no la oigan, ella había pedido por favor superando todas las barreras
físicas de tiempo y distancia y fórmulas tan naturales como nuestros cuerpos
terrenales, como si su vocecita fuese la vibración de cuatro alas transparentes
y celestiales entrando por los ojos mas que por el común del sistema y una vez
instalada en las paredes grises/rosadas bajara a la velocidad de la luz hasta
el órgano del amor haciéndolo latir mas fuerte. Ella había vuelto, estaba otra
vez esperando que la encuentre y yo tal vez no la merecía o tal vez la había
merecido siempre como el sol que me regalaba una vez más su sombra.
El camino
había sido el de siempre una acuarela celeste rodeada de flores y cabellos
color chocolate, curvas de cintura fresca y tenues labios de frutillas rojas
apenas pálidas como cerámicas adornando la imaginación.
"Levanta las manos en la búsqueda de algo, nuevo, raro... está allí, cerca, lo sientes. No abras los ojos, no, no estás lista para eso, solo extiende tus dedos y un mundo nuevo despertará para siempre."
Supimos cada uno que había alguien allí del otro lado, nos asomamos y allí estábamos cada uno detrás de su propio universo. Llegábamos de un lugar diferente por caminos diferentes, de ciudades atestadas de tranvías, de gente por todas partes, colgando de mar azul y de río verde sobre renglones. Yo vi tu cara en los carteles y tú me viste en un instante desembarcar de la nada. Yo traía una palabra y un pañuelo celeste, creíamos en lo insustancial de la vida misma, no sabíamos llorar y sin embargo traíamos las caras mojadas. Yo no fui mas aquel de la lluvia añorada, ni del amor a primera vista, no fui ni soy lo que tanto soñabas. El tal vez se transformó en un montón de cuestiones y las fotos se fueron perdiendo entre papeles amarillos, el verso murió una mañana entre piedras, playas y cielo, el sol despertó de repente negro y cada vez que te pienso me encuentro solo y cada vez que me piensas te encuentras sola, rodeada de toda esa casi nada. No supe quererte, no supe viajar a esos tus días que vienen y me quedé corriendo entre vagones esperando tu último beso, sufriendo los grises de la gente, y al verte partir del pasado me quedé con las manos vacías en este presente tan solo de ojos marrones agitando tu olvido en mi pañuelo celeste.
Vienen a mi insubordinados, desde lejos, como nubes de avispas en el crepúsculo anaranjado, negros pájaros, figuras, a veces inocentes voces, otras indolentes suben y suben en bandadas casi hasta morir asfixiados y luego se precipitan hasta la tierra firme esquivando los árboles. a la velocidad de la sin razón, no, no hay razón, no la busquen, todo es así sin encontrarlos, una simple melodía que crece, un río de sentimientos verdes y el marrón de sus ojos mezclándose con los pétalos tiernos de sueños de alma dulce y pureza blanca. Debí retenerlos, allí en el contraste, debí socorrerlos, debí darles aire... Ahora es tarde, ya desalientan. Ella les daba la vida, el pulso exacto, las brevas de julio tardías lo sabían exactamente, eran violetas moradas como sus alas y roja su boca entreabierta, su voz de niña encerraba al paso ligero de tacones altos todos los misterios del amor. Cuantas ciudades y cuantas distancias se marcharon por el aire, volando las edades hasta quedar todos apretados en mi mano solitaria.
Debiera yo viajar íntimamente por los caminos de mil ciudades para encontrar la palabra que te abarque. Eres en mi tan imaginable que invariablemente la palabra siempre vuelve. Una y otra vez llegas suave a mis papeles. ¿Quien eres mujer?, ¿un tal vez?, ¿un siempre?... Aquella niña que soñaba con ángeles de boca roja y cabellos chocolate, ahora vuelven tus fotos, tu voz lejana resonante, tu verso subiendo renglones, tus ojos cafés, poses, un todo lleno de colores y nadies, tu rostro solo reconocible si lo tocase, tu piel suave entre estas paredes casi cárceles, tu palabra mucho mas allá de la luz tenue. No, no puedo tocarte con mis letras, no puedo caminar a tu lado y sonreirte, no puedo regalarte una flor y el suspiro se pierde en la distancia. Por mas que lo escriba una y mil veces tu siempre te escapas por detrás del horizonte.
No hay remedio, No, no hay forma, no quiero que la sangre llegue hasta la fuente... Si, tu eras aquel ángel y ahora qué! Ya no siento tus cabellos volar, ya no estás entre mis notas, tus besos no llegan a ningún lugar. ¿Acaso la noche te absorbió entre su vientre y sombra? ¿que quedó de aquella niña que corría por los caminos de las ciudades? Aquí está la luna llorando soledades arqueada de tanto bostezar el amor de los amantes no reconocidos, blanca, pálida sin saber sobre su destino. Muerte! puta muerte! no me resigno... Ella no lo ha merecido, la sangre roja como sus labios, borravino ha sido. La he visto morir en mis papeles, No! no hay remedio, que la sangre no llegue hasta la fuente, yo, no me resigno.
Espacio tiempo prematuro que tanto y tan poca cosa eres sin amor, filamentos diminutos como salidos de una acuarela, alma mía, si todos somos simplemente materia y estamos hechos de la copia de lo mismo. Tan pequeño es el lapso de este tiempo que no me alcanza el universo entero distancia larga entre dos palabras para decir lo que yo siento y presiento la tristeza de la muerte en la letra de tu olvido. Libélula de los carteles, libélula del baile y de los libros... si tu vuelas lejos de mis ansiados días yo no quiero que tu seas en mis noches frías un efímero suspiro en el beso de la vida. Ángel vuela libre sobre el mar con tus cuatro alas desde el golfo de las conciencias indias hasta la soledad de la plataforma submarina. Renace, ilumina, brilla, que yo te deseo siempre eterna, siempre bella, siempre viva en el latido de mi corazón y en la imaginación de mis pupilas...