jueves, 25 de diciembre de 2014

Café y anís

Ella tiene sueños de fuego
y no se puede resistir
un par de amores que se fueron
y otros que se quieren venir...

Su corazón late triste abandonado
un pensamiento verde y otro gris,
el rey del cielo se lo pinta de dorado
y ella muere por versos de café y anís.

viernes, 7 de noviembre de 2014

A dos pasos del infierno




Solo tus huesos y mis huesos
y esa unión literal de los cuerpos,
lejos de todos
solos
con el pensamiento.
Llegará tal vez un mañana 
como llega siempre el tiempo,
renglón por renglón 
desde la pasión del cielo
hasta la pasión del averno.
Solo tus huesos y mis huesos
comprenderán que nos amamos
tanto y tanto como tus ojos negros,
solo ellos sabrán
estos
y todos los secretos.
Tú allá,
lejos tan lejos como el sol
alto en el cielo
y yo aquí, mil demonios,
tan solo
a dos pasos del infierno.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La morada del viejo Alarcón 5



Ella despertó con los primeros rayos de luz de la mañana, el sol entraba furioso entre los espacios dejados por la persiana americana de roulí, dio varias vueltas y sintió la suavidad de la almohada rellena con plumas de ganso, era todo tan blanco, tan puro, tan inocente... el velador de kitty aún permanecía encendido, no recordaba ni haberlo encendido ni apagado o vuelto a encender, se sentía fuera de toda la historia, libre, no pensaba demasiado. Se incorporó, se tocó la piel, la cara, el cabello mas largo, mas dócil. Su ropa interior ahora tenía estampas de kitty, fue hacia una cajonera tan blanca como el resto de los muebles con un gran espejo en su centro exacto, se vió tan diminuta, tan pequeña que no supo casi quien era, 6, 7, tal vez 8 años de edad. _¿quien soy?, ¿qué hago aquí?. (no tenía edad para un pensamiento tan complejo)
_ ¡Maaaaaá!. (gritó)
Nadie contestaba, casi llorando volvió a gritar y nada, salió de la habitación de las edades, se percató de algún movimiento o ruido, bajó al living y encontró a una señora algo rellena con uniforme, "obesa" se dijo a si misma, se revisó y se encontró delgada, muy delgada...
_ Donde está mi mamá?.
_ El señor está en la pileta señorita.
Ella se vio en traje de baño amarillo patito con volados en su cintura y fue hacia el fondo donde alguna vez paseaban las gallinas.
El viejo devenido ahora en un atlético joven de barba negra nadaba crol en la pileta, ella lo miró y miró, esperó a que él se detenga sobre el borde.
_ Vamos, anímate... vamos a nadar!
_ Quiero a mi mamá!.
_ Ah si, claro... tú mamá. Yo también extraño a mi mamá, pero lamentablemente mi mamá murió hace algunos años, tu mamá... tú mamá, ella no está aquí, ahora, ella está en otra parte, otro tiempo, ven a nadar, tírate y yo te atrapo!....
_ No se nadar, quiero estar con mis padres.
_ Si realmente lo desearas estarías con tus padres, ¿qué es lo que deseas ahora? Aquí tienes de todo, al lado tienes unas pocas cosas pero tienes todos los juguetes que quieras...allá tienes dinero, aquí tienes hasta un piano que jamás podrías comprar en otro sitio. Lejos muy lejos tienes a tu madre, tus hermanos, eres libre de soñar y de elegir, estás donde tu has decidido estar, yo solo te acompaño, soy simplemente parte del camino.
Ella no entendía lo que le decía, vio un inflable que simulaba una orca en el medio de la pileta y se zambulló al agua y nadaba como podía, flotaba, el agua estaba extraordinariamente tibia, el sol pegaba fuerte y allá estaba la orca maravillosa, y él le dijo de ponerse protector solar, el la sostuvo para que flotara de espalda y la llevó hasta la orca.
_ Nada me importa mas que mis padres. (Era raro sentirse tan pequeña y tratar de pensar en lo que había sido hasta hacía unas horas antes, imposible).
_ Sueña entonces con ellos, sueña y tráelos a este lugar, aquí podrán ser felices todos juntos, solo necesitan pensar en ustedes mismos, la felicidad es simplemente eso: pensar.
_ Y después qué?
_ Después nada, solo despiertas y ya.
_ Y si no despierto?
_ Si no despiertas es la muerte y la muerte no es nada, no hay sueño en la muerte, no hay anhelos, no hay amor, la muerte es solo el vacío, un pensamiento muerto, negro, olvidado... hasta que alguien lo encuentra y lo hace suyo y lo aclara, lo realiza, lo adopta y lo realiza. ¿Quieres tomar una chocolatada?. (Y ella asintió con la cabeza mientras le chorreaba el agua desde sus cabellos ahora enrrubiesidos por su cara).
_ Mientras sueñes estarás viva y si me sueñas yo estaré de una u otra forma cerca tuyo.
El gato negro liberado se acercó sigilosamente a la piscina, el viejo/joven Alarcón le pasó la mano por el lomo y el gato se estiró tanto como pudo, casi agachándose, el pelo negrísimo se transformó casi en violeta por la luz del sol, 8 minutos era lo que tardaba un fotón en llegar desde el sol hasta la tierra y el gato se maravillaba por ser tan rápido que podía esconderse antes de ese lapso de tiempo entre las plantas. Maullaba, mostraba sus dientes y se encorvaba. La nena salió de la pileta para correrlo, ella parecía olvidar la realidad, el cerebro, a veces, cuando quiere nos engaña y el gato se dejó atrapar, sabía que la nena no lo ataría jamás a la pata de la mesa.
_ Quiero a mi ma.
El salió de la pileta y le pegó una bofetada que le dejó la blanca mejilla de color rosado, ella llorando lo miró sin comprender el por qué, lo odió y le tuvo miedo a la vez. La nena salió corriendo hasta su cuarto de kitty, él se miró las manos, se odió a si mismo, no podía comprender tanta necedad, la violenta inmadurez lo sobrepasó y arrepentido le vinieron ganas de golpearse a si mismo. Las gallinas corrían en su medio revoloteo al agujero para escapar del gato mas amado que era libre y la nena mas querida ya no podría perdonarlo. El avioncito de papel cayó del cielo mantenido a medias por una brisa suave que nunca alcanzó, el viejo Alarcón ya no supo mas quien era, todo se oscureció después de esos últimos 8 minutos, él no pudo despertar jamás de aquella maldita siesta de verano.

miércoles, 29 de octubre de 2014

La morada del viejo Alarcón 4




Como hace uno para irse a dormir en medio de un sueño y soñar que estamos soñando? que ha sido primero, el sueño o el sueño del sueño? Ella miró al viejo Alarcón dejar la botella de jerez sobre la mesa y vió un guiño suave y sincero en su rostro, ella preguntó por el gato atado a la pata de la mesa que dormía ya agotado de tratar de desatar el cordón que lo mantenía prisionero. "El gato es el ser mas inteligente de esta tierra sin embargo Dios le ha dado una gran destreza pero no la suficiente o las herramientas necesarias para poder liberarse de este nudo, el necesita algunos dedos en sus manos y yo necesito que él me quite la mala suerte del destino". El viejo le dijo que lo siga "tu mereces una cama limpia, pura y blanca", tomo una linterna de ferroviario del bargueño, de esas con un gran reflector y de mas de tres pilas grandes en su cuerpo y salió al patio de los pobres hacia el fondo, allí había una montaña de basura orgánica donde se criaban grandes lombrices especiales para encarnar un domingo de pesca, el viejo esquivó la basura y le dijo a la muchacha "por aquí", pasando el lombricero seguía hacia la derecha un pequeño pasillo de tierra con algo de cesped ralo bordeando la pared que seguramente fuera de la cocinita, al pasar la muchacha pudo ver por la ventana los viejos aparadores de la abuela pintados de color amarillo claro. Al final sobre la pared a media altura había un agujero hecho a golpes de martillo y cortafierro.
_ Por aquí pasaban las gallinas, del otro lado había una vieja casa de alquiler y utilizábamos el patio del fondo para que "anden" las gallinas y coman, a la noche las pasábamos para este lado para que los gatos no las ataquen y las maten. Ven, pasa por aquí. (Y el viejo se agachó y pasó por el hoyo a la otra casa)
La muchacha lo siguió y con el mismo movimiento pasó hacia la otra casa. El fondo era hermoso, lleno de plantas altas cerca de las paredes y cesped bien cortado, en el fondo 5 pinos y en el centro una pileta de natación de 6 metros x 4 y faroles coloniales a los lados que daban una iluminación justa y color sodio a una noche cerrada, un juego de jardín de aluminio color marrón oscuro casi negro debajo de un gacebo color arena, en la mesa central un adorno de cerámica beige permitía por unos huecos el escape del delicioso olor aceitoso de una vela aromática. Siguiendo un quincho bien instalado y en el centro una puerta de aluminio anodizado daba acceso a una casa de dos plantas importantes con techos a pendientes con desniveles todos con tejas coloniales algo atacadas por hongos que ya pedían una limpieza con ácido muriático. Pasaron por un pasillo a un amplio living de piso de cerámica cruda separadas por listones de madera de virapitá, en uno de sus lados un hogar imponente con su mármol de carrara, a una distancia prudente una bellísima alfombra persa de colores en tonos amarillos, marrones y rojos vivos y oscuros definitivamente daban esa sensación de opulencia, al pie de la alfombra un juego de sillones de 3 cuerpos en cuero negro y en el centro una mesita "ratona" soportaba una botella de whisky Grant's, dos vasos bajos de boca ancha y una hielera de cristal tallado a mano que la muchacha pensó serían del juego de las copas de jerez con su carga de hielo como recién puesta y a la espera de ambos, un poco mas allá, en el centro geográfico de la sala la mesa de algarrobo con sus 6 pesadas sillas, desde lo alto la pesada "araña" de hierro forjado colgaba de unas gruesas cadenas iluminando tenuemente el ambiente con sus 6 lámparas que simulaban ser velas encendidas... Cerca de los sillones un piano Yamaha negro hacía juego con el color del cuero de los sillones. En la pared frente a ellos una puerta de cedro de tres hojas con vidrios repartidos de cristal biselado donde se reflejaba todo el espectro de colores de luz emitida desde la lámpara de techo, a su lado una imponente escalera en madera con sus barandas torneadas de estilo portugués daba acceso a la planta alta. Subieron, ella detrás de él, el viejo se detuvo en el barandal y observó lo espléndido del living...
_ Una vez me dijeron "yo puedo llenarte toda esta habitación con dinero y de que me sirve? si me estoy muriendo, te cambio todo esto que poseo por tu juventud". Hubiese querido ayudarlo pero ¿como detener el tiempo?, ¿como retrocederlo?, existen posibilidades que no están a nuestro alcance, a mi alcance, a nosotros nos pasa algo parecido, al gato que está atado a la pata de la mesa. Ven vamos a dormir. (el viejo se dio vuelta y le señaló una puerta blanca laqueada que estaba junto a otra idéntica).
_ Por favor elige una de ambas puertas, tu tienes esa posibilidad de elegir tu camino, aún posees todo el tiempo del mundo.
La muchacha eligió la puerta izquierda, eso significaba que la decisión estaba tomada por su lóbulo cerebral derecho, abrió y se encontró con un dormitorio blanquísimo, decorado completamente en forma infantil desde sus muebles, cortinas, alfombras y lámparas con imágenes de kitty. Giró y miró al viejo que aún permanecía parado bajo el marco de la puerta.
_ Elegiste bien, este es el cuarto de las edades.
Ella no dejaba de mirarlo, de sentirlo, el viejo bajó la vista y fue cerrando despacio la puerta, se desvistió y ella pudo sentir el aire tenue, fresco en su piel, se dispuso a dormir, frente a ella un gran reloj de kitty parecía paralizado, inmóvil... cerró los ojos y trató de no pensar en nada, sintió la puerta abrirse lentamente, el viejo se acercó y la cobijó apretando la blanquísima sábana en el diminuto espacio que dejaba entre su cuello y la almohada, le dio un beso en la frente, apagó el velador y salió tan sigilosamente como había entrado. El segundero del gran reloj de kitty empezó a girar contrario al sentido humano del tiempo, afuera el maullido de un gato indicaba que uno acababa de desatarse.

lunes, 20 de octubre de 2014

La morada del viejo Alarcón 3



La sobremesa se prolongó varias horas por encima de las 12, el viejo tenía un aparador también de cedro rojizo haciendo juego con la mesa que aún permanecía con los platos hondos "sucios", los cubiertos y la olla de fundición, un bargueño plagado de botellas de licor y otras bebidas espirituosas que contrastaban con lo rústico del resto de la posada dejaban a la libre interpretación de emborrachar los pensamientos. Ella preguntaba y preguntaba cosas de arte y otras cuestiones que le interesaban como la música, el jazz, la moda y la gente de esa ciudad mientras tomaba de una copita de cristal tallado a mano pequeños sorbos de jerez servido apenas fresco; el viejo ya transformado en una especie de sabio de 2 o 3 materias de la vida (todo lo que no enseñan en una facultad) iba llevando toda conversación al terreno filosófico/intelectual, al fin y al cabo decía "la vida es un aprendizaje constante" o "todos hacemos política hasta cuando comentamos un cuadro, una receta y hasta cuando hacemos el amor".
_ La cuestión es la realidad, esa locura diaria que uno debe transformar en algo válido, algo que valga la pena ser vivido, sino para qué la vida?, validar significa darle sentido a las cosas inclusive la locura, validar la locura ya significa acordar lo insensato. Todos corremos detrás de esa idea que surge en el momento, el presente y esa repetición transformada en rutina y que mantenemos a capa y espada para ser aceptados por los otros... Y quienes son los otros para juzgarnos y luego comprendernos, o ni siquiera eso sino mas bien para NO comprendernos y luego juzgarnos, quien es aquel o aquella para sentirse dueño del otro, quien es aquel que invade nuestros pensamientos con los sueños?, si ni siquiera te dejan jugar en el barro, ¿quien es el loco entonces?
_ Mi cuestión es el camino y ese mismísimo camino me ha llevado hasta aquí. Un poco leyendo un poco soñando... sabiduría o experiencia, no se bien la posibilidad a tomar. A veces es la voz desde un cuadro o el sonido de una melodía, es la voz o la letra la que me dice cosas, sinestesia, ojos azules/alma blanca, surges desde mis entrañas entrañablemente amable, acaso es la voz de mi consciencia o es mi memoria y mis recuerdos en ella quien me alimenta las ganas de encontrarnos?.
_ Los caminos son universales, las decisiones son puertas, una tras otra que debes atravesar, algunas las irás cerrando, otras quedarán entre abiertas y definitivamente una sola se abrirá para que pases y permanezcas. Podemos salir a la quinta, aquí mismo detrás de la cocinita, allí entre las verduras podemos recoger algunos billetes verdes o recolectar monedas que caen de los árboles frutales, y cuál es mi trabajo? solo el de mantener esta quinta para los economistas de la tele algo siniestra, te imaginas si yo metiese todo ese dinero en el mercado o si me lo llevara a otra tierra extranjera?, alimentaría a que esta sociedad se caiga y los periodistas morbosos lo repetirían por todos los canales... Sin embargo solo tomo lo necesario, algunos tomates y pimientos para mis recetas sin que se entere el fisco no vaya a ser cosa que me quieran cobrar impuestos por una sopa bien hecha.
_ Entonces todo se traduce en dinero o comida?
_ No, no todo es dinero ni comida, tú eres vegetariana y es importante para ti tu dieta, tienes que saber sobre comida porque sino de una u otra forma falleces y ese saber alimenta tu consciencia, yo siembro dinero y es importante para mi como para el resto de la gente, sobre todo para aquella que me ignora o que simplemente se mofa sin siquiera conocerme, el dinero es todo eso, lo hemos aprendido desde pequeños, vivimos en una sociedad capitalista, una sociedad de consumo que se consume a si misma, nuestros padres se murieron buscando una forma de vivir mejor en base al dinero, una fortuna sin darse cuenta que la fortuna es ESTA la de estar juntos y convidarnos, todos hablan de moral sin embargo a nadie le importa un pito que le pasa a la gente que nada tiene y que está a nuestro lado todos los benditos días, todos piensan que darle algo a alguno es perder lo que le correspondía por ser simplemente pudiente o peor aún creen que el gobierno se lo está sacando a uno, se lo roban a uno para dárselo al que poco sabe de consciencia y por eso le decimos inconscientes, la moral no se compra en los supermercados y las mejores letras se escriben en las paredes. Ahora yo me pregunto ¿Quien es mas inconsciente, el qué da o el que recibe o el mismísimo gobierno que organiza el saqueo?. En la vida hay que tener imaginación, creatividad y criterio, el arte de vivir plenamente las sensaciones, si una de esas tres cosas te faltan vas desnudo por el tiempo y ni siquiera sueñas. El viejo Alarcón dejó su pequeña copa de cristal tallado a mano vacía de jerez sobre la mesa y le dio un buen trago directamente desde el pico de la botella ancha y oscura con etiqueta amarilla donde se leía "el abuelo", y en rojo una banderita que decía "jerez".

sábado, 11 de octubre de 2014

La morada del viejo Alarcón 2





Fue una noche, una más o tal vez haya sido a la tarde ya tarde que golpearon la vieja puerta de color verde inglés, un tac tac tac, tres ruidos secos y sonoros, otra vez el tres, entonces el viejo dejó el origami sobre la mesa y lentamente fue a atender, salió del "comedor" al patio de la pobreza casi sin mosaicos o con pocos mosaicos esparcidos irregularmente, sin embargo en el lateral de la medianera los helechos se erigían formidables como si fuesen serruchos prontos a aserrar alguna cabeza, los esquivó y dijo "Quien???", ella estaba sobre la finita vereda de baldosas grises mirando la pared rosada pintada a "escoba", no dijo nada, solo atinó a volver a golpear casi con vergüenza, más suave. El viejo sacó de su bolsillo una llave de bronce de un tamaño bastante mas grande que el común de las llaves, lo insertó en la vieja cerradura y giró las dos veces necesarias, abrió tan solo 5 centímetros la puerta y la miró como si fuese un scanner de un aeropuerto, por ese y otros motivos el viejo se había ganado el mote de "el ojo". De inmediato la reconoció o vaya a saber uno cual fue ese impulso eléctrico en su cerebro, qué premio nobel podría saber la hormona que en ese momento era segregada en su organismo y hacía que la reconociese como quien reconoce a una vieja compañera. "Pase usted" le dijo y ella "vengo a vivir" le contestó. A vivir?, aquí? en esta casa lejana de todo y de todos por propia elección, aquí solo crece indiferencia... y llueve soledades desde fuera por las goteras hasta el sombrero de quien se siente a mi diestra.
_ Insólito, usted es insólito, viajé por mas de 10000 kilómetros de sueños para llegar hasta aquí y usted solo tiene grises para mi?.
_ Es que los perros soñamos solo en blanco y negro... y cada año son 7 años y además los perros no sabemos pintar en colores ni siquiera sabemos tejer una vida, solo vivimos hasta que nos llega el tiempo de ser otro ser.
_ Quien es usted?. (Ella preguntaba por preguntar o tal vez por el solo hecho de no saber como había llegado hasta allí).
_ Solo soy lo que piensa que soy, pero, pase usted, yo no muerdo jeje (y el viejo rió mostrando un diente algo ocre por su funda ya deteriorada).
_ Ya es algo tarde y las sombras empiezan a crecer, nunca pude reconocer mi sombra en un sueño.
_ No hay sombra propia cuando la luz emana desde dentro, necesita que la sueñen para que su sombra la alcance.
Entraron al comedor y la mujer pudo ver centenares de origamis, estaban por todas partes desde pájaros a barcos todo estaba hecho en papel.
_ Es un pequeño pasatiempo, pasa_tiempo me gusta mas así, cortado, el tiempo es algo indescifrable aquí.
_ A quien le importa el tiempo cuando no se tiene todo lo que se desea, a veces, cuando nos pasan cosas malas el tiempo es interminable?
_ El tiempo no existe solo es parte de la distancia, si yo me alejara de usted lo suficiente podría yo ver lo que fue usted ayer y si se alejara usted otro tanto podría ver lo que yo fui hace algún tiempo atrás pero ya sabe que el tiempo no existe como tal, así como se lo imaginan los mortales.
_ Aquí, es raro y es usted muy amable. (del otro ambiente emanaba un aroma riquísimo a verduras hirviendo).
_ No es raro, solo que no está acostumbrada, raro es un gato con dos colas (y ella rió). La vida, los sueños, el amor, todo es como esa sopa de verduras, solo el que la cocina sabe que ingredientes le puso, usted debe escarbar y escarbar buscando lo que más desea, sin embargo yo se lo que desea.
Sobre la pared un atril mostraba un dibujo en carbonilla aún sin terminar, un bosquejo, un rostro de una bella mujer con lentes y una media sonrisa entre inocente y provocadora insinuaba mucho mas de lo que se veía.
_ Quien es?
_ Es usted, hace algún tiempo, solo días.
_ Como pudo usted saber...
_ No lo supe, usted lo soñó y yo la miré desde lejos, así como desde el ojo de una cerradura. Así es como funcionan algunas cosas.
_ Quisiera entonces yo mirarlo.
_ Puede hacerlo. (y el viejo iba buscando platos, cucharas, poniendo la mesa sobre los origamis) Solo debe pensar, imaginar, alejarse...
Ella cerró los ojos, entonces el viejo fue a buscar una vieja olla negra de fundición humeante y la colocó en el centro de la mesa, sirvió abundantes cucharones de sopa en cada plato, el humo le empañaba los lentes y ella mantuvo los ojos cerrados, él le acarició el rostro pasando el torso de su mano derecha por la mejilla derecha de ella, ella abrió los ojos y vió a travéz de la bruma un hombre de unos 35 años de edad de cabello largo y enrrulado y ojos marrones, él la tomó suavemente y ella asintió dejándose llevar. Un viejo reloj de pared se detuvo o ya estaba detenido o sus agujas retrocedían lentamente, ya no importaba demasiado, en su cerebro era interpretada cada señal emitida por los sensores y activadas nuevas neuronas que poseían esa capacidad de otorgar la experiencia necesaria según los recuerdos atesorados en su memoria. Ella deseaba, imaginaba el futuro cercano y el deseo se iba transformando en la culminación del amor en el acto sexual. Ella desnuda sobre la mesa, su piel blanca y suave sobre los origamis, a un lado la olla humeante, los platos y cubiertos, su cabello color chocolate libre sobre la madera de cedro rojizo, aún mantenía los lentes en su sitio y eso era otra pequeña parte del juego, sus pechos hacia cada lado y sus pezones rozados, sus lentes y su media sonrisa cómplice, el ahora hombre vigoroso sin edades entraba y salía de su cuerpo de una forma entre jadeos de acelerar las reacciones electroquímicas de ambos. Ella con la cabeza colgando del lado opuesto de la mesa pudo ver en forma invertida su propio retrato en el atril ir cobrando vida entre colores rojos, lilas y amarillos; sus zapatos de tacos altos rojos y sobre ellos su pequeña tanga con encaje blanco, silenciosos ambos al lado de un gato que maullaba atado a la pata de la mesa en el preciso instante cuando sonó el tic del segundero del gran reloj que se transformó seguidamente en un gong lento, perezoso y prolongado que decidió marcar las 12 de la noche en punto. Lo bueno de las ollas negras de fundición es que mantienen por un buen período de tiempo la temperatura de la cocción, el viejo Alarcón se ató el cabello y ambos se dispusieron a volver a saborear la sopa.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

La morada del viejo Alarcón

La morada del viejo alarcón era así nomás de vieja, los tirantes de pinotea, las alfajías y ladrillos y mas arriba las chapas derruídas, las paredes despintadas y las aberturas de antaño haciendo juego. En verano el sol calentaba tanto que podría cocinarse uno a fuego lento sin siquiera que los vecinos sospechen absolutamente nada. En invierno las arañas tejían su nido con tramas, nudos y agonías, en un cumpleaños cualquiera el que se sentaba a mi izquierda decidió dejarse el sombrero puesto porque una gotera ubicada justamente arriba suyo le propiciaba la fría humedad del agua de lluvia que con un sonido permanente y perpetuo taladraba el cerebro de todo el grupo. El viejo no tenía sentido, su pelo era gris y su ropa desalineada, su mirada profundamente perdida en la infelicidad del tiempo transcurrido respiraba con ese olor característico del ácido u orina. Había pintado el tapial del frente con un color rosa similar a la casa rosada y al palacio de la intendencia de la ciudad cosmopolita y sin embargo paredes adentro él era un hermitaño anarquista por desconocimiento convencido. Afuera era la vida, el tiempo transcurría tan lineal como así lo designaran todos los humanos que se atropellaban en torbellinos anónimos en las galerías de las calles peatonales del centro, aunque los mismos supieran que el amor era un arte que iba mucho mas allá del tiempo y la distancia y que muchos habían perdido esperando infructuosamente el vehículo que los llevase de vuelta al vientre materno. El viejo Alarcón guardaba con mucho celo un puñado de arena en su alma, él sabía que ella lo amaba y que mas tarde o mas temprano iluminaría las sombras de una soledad casi elegida. Él la amaba con el amor de los murciélagos ciegos revoloteando en la oscuridad de los armarios, o con la tenacidad de esas lombrices como víboras ágiles rastreras que por debajo de la mesa devoraban las migas de una novela de película repetida mas de cien veces en el cable. La cama durante las cuatro estaciones estaba simplemente siempre fría, no humana, de otro lado y de otra vida, aunque en verano todo fuese un infierno bajo las chapas y en invierno el frío penetrase hasta el esqueleto duro sin caricias, el viejo aún creía en el amor, y para eso alguna vez tuvo que detener el tiempo en su morada congelando así hasta su propia identidad.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

El retorno a la imaginación



Fue suficiente, una voz conocida más allá de los papeles que venía desde la distancia, ese espacio no medido, sin sentido, ese que viene retumbando en las paredes de lo imposible. Desenterrada la voz como un sonido muerto viviente: del mas allá. Sin embargo fue una aurora, un sueño que venía a ser cierto, yo la quería cerca, al lado, recostada en el césped un día de verano, cerca del río verde y marrón donde tantas veces había estado o simplemente caminando por la costanera con sus zapatos rojos y tacones. Me propuse volver, dejar de releerme y volver, ella lo había pedido con esa vocecita tan suave, al oído y para que no la oigan, ella había pedido por favor superando todas las barreras físicas de tiempo y distancia y fórmulas tan naturales como nuestros cuerpos terrenales, como si su vocecita fuese la vibración de cuatro alas transparentes y celestiales entrando por los ojos mas que por el común del sistema y una vez instalada en las paredes grises/rosadas bajara a la velocidad de la luz hasta el órgano del amor haciéndolo latir mas fuerte. Ella había vuelto, estaba otra vez esperando que la encuentre y yo tal vez no la merecía o tal vez la había merecido siempre como el sol que me regalaba una vez más su sombra.
El camino había sido el de siempre una acuarela celeste rodeada de flores y cabellos color chocolate, curvas de cintura fresca y tenues labios de frutillas rojas apenas pálidas como cerámicas adornando la imaginación.

martes, 12 de agosto de 2014

Levanta las manos

"Levanta las manos
en la búsqueda de algo,
nuevo, raro...
está allí, cerca,
lo sientes.
No abras los ojos,
no,
no estás lista para eso,
solo extiende tus dedos
y un mundo nuevo
despertará para siempre."


Supimos cada uno
que había alguien allí
del otro lado,
nos asomamos y allí estábamos
cada uno detrás de su propio universo.
Llegábamos de un lugar diferente
por caminos diferentes,
de ciudades atestadas de tranvías,
de gente por todas partes,
colgando de mar azul y de río verde
sobre renglones.
Yo vi tu cara en los carteles
y tú me viste en un instante
desembarcar de la nada.
Yo traía una palabra
y un pañuelo celeste,
creíamos en lo insustancial de la vida misma,
no sabíamos llorar
y sin embargo traíamos las caras mojadas.
Yo no fui mas aquel
de la lluvia añorada,
ni del amor a primera vista,
no fui ni soy
lo que tanto soñabas.
El tal vez
se transformó en un montón de cuestiones
y las fotos
se fueron perdiendo entre papeles amarillos,
el verso murió una mañana
entre piedras, playas y cielo,
el sol despertó de repente
negro
y cada vez que te pienso
me encuentro solo
y cada vez que me piensas
te encuentras sola,
rodeada de toda esa
casi nada.
No supe quererte,
no supe viajar
a esos tus días que vienen
y me quedé corriendo entre vagones
esperando tu último beso,
sufriendo los grises de la gente,
y al verte partir del pasado
me quedé con las manos vacías
en este presente
tan solo de ojos marrones
agitando tu olvido
en mi pañuelo celeste.

martes, 29 de julio de 2014

Vienen a mi

Vienen a mi insubordinados,
desde lejos, 
como nubes de avispas 
en el crepúsculo anaranjado,
negros pájaros, 
figuras, 
a veces inocentes voces,
otras indolentes 
suben y suben en bandadas
casi hasta morir asfixiados
y luego se precipitan 
hasta la tierra firme esquivando los árboles.
a la velocidad de la sin razón, 
no, no hay razón,
no la busquen,
todo es así sin encontrarlos,
una simple melodía que crece,
un río de sentimientos verdes
y el marrón de sus ojos 
mezclándose con los pétalos tiernos de sueños
de alma dulce y pureza blanca.
Debí retenerlos, 
allí en el contraste,
debí socorrerlos,
debí darles aire...
Ahora es tarde, 
ya desalientan.
Ella les daba la vida,
el pulso exacto,
las brevas de julio tardías 
lo sabían 
exactamente,
eran violetas moradas como sus alas
y roja su boca entreabierta,
su voz de niña encerraba
al paso ligero de tacones altos
todos los misterios del amor.
Cuantas ciudades y cuantas distancias
se marcharon por el aire,
volando las edades
hasta quedar todos
apretados
en mi mano solitaria.




Palabras horizonte

Debiera yo viajar íntimamente
por los caminos de mil ciudades
para encontrar la palabra que te abarque.
Eres en mi tan imaginable
que invariablemente la palabra siempre vuelve.
Una y otra vez llegas suave a mis papeles.
¿Quien eres mujer?, ¿un tal vez?, ¿un siempre?...
Aquella niña que soñaba con ángeles
de boca roja y cabellos chocolate,
ahora vuelven tus fotos, tu voz lejana resonante,
tu verso subiendo renglones, tus ojos cafés, poses,
un todo lleno de colores y nadies,
tu rostro solo reconocible si lo tocase,
tu piel suave entre estas paredes casi cárceles,
tu palabra mucho mas allá de la luz tenue.
No, no puedo tocarte con mis letras,
no puedo caminar a tu lado y sonreirte,
no puedo regalarte una flor
y el suspiro se pierde en la distancia.
Por mas que lo escriba una y mil veces
tu siempre te escapas por detrás del horizonte.

domingo, 20 de julio de 2014

No me resigno



No hay remedio,
No,
no hay forma,
no quiero que la sangre llegue hasta la fuente...
Si,
tu eras aquel ángel y ahora qué!
Ya no siento tus cabellos volar,
ya no estás entre mis notas,
tus besos no llegan a ningún lugar.
¿Acaso la noche te absorbió entre su vientre y sombra?
¿que quedó de aquella niña que corría por los caminos de las ciudades?
Aquí está la luna llorando soledades
arqueada de tanto bostezar el amor de los amantes no reconocidos,
blanca,
pálida sin saber sobre su destino.
Muerte! puta muerte!
no me resigno...
Ella no lo ha merecido,
la sangre roja como sus labios,
borravino ha sido.
La he visto morir en mis papeles,
No!
no hay remedio,
que la sangre no llegue hasta la fuente,
yo,
no me resigno.

sábado, 5 de julio de 2014

El renacimiento de la libélula



Espacio tiempo prematuro
que tanto y tan poca cosa eres
sin amor,
filamentos diminutos 
como salidos de una acuarela,
alma mía,
si todos somos
simplemente materia
y estamos hechos
de la copia de lo mismo.
Tan pequeño es el lapso de este tiempo
que no me alcanza el universo entero
distancia larga entre dos palabras
para decir lo que yo siento
y presiento
la tristeza de la muerte
en la letra de tu olvido.
Libélula de los carteles,
libélula del baile y de los libros...
si tu vuelas lejos de mis ansiados días
yo no quiero que tu seas
en mis noches frías 
un efímero suspiro
en el beso de la vida.
Ángel
vuela libre sobre el mar con tus cuatro alas
desde el golfo de las conciencias indias
hasta la soledad
de la plataforma submarina.
Renace,
ilumina, brilla,
que yo te deseo siempre eterna,
siempre bella,
siempre viva
en el latido de mi corazón
y en la imaginación
de mis pupilas...