El artesano – capítulo 6
El equipo se reunió al lado del pozo de agua y tomaron
decisiones, fue la primera vez que Alfonso les daba participación, por ejemplo
les permitió tomar fotos y recoger muestras, Soledad sacó de su bolso militar
una pequeña pero poderosa máquina digital y obtuvo centenares de fotografías
seriadas mientras El artesano recogía muestras del piso, de las paredes y hasta
de la mesa de “sacrificios”, las colocaba en pequeñas bolsitas para freezer y
las etiquetaba, todo sería analizado, hasta el más mínimo detalle. Cargaron
todo y se dispusieron a volver, los 20 metros y luego el pasadizo, cuando estaban
ya saliendo de la cueva una luz muy poderosa apareció casi de la nada, un ovni
a una velocidad muy difícil de determinar y a unos 300 metros de altura
parecía atacarlos, al menos era evidente que era parte de una inteligencia
superior que lo comandaba y dirigía hacia ellos, pasó rápidamente y se detuvo
en el aire e hizo un giro casi imposible para cualquier nave violando todas las
leyes físicas conocidas y volvió otra vez hacia la boca de la cueva esta vez a
menos de 150 metros
de altura, Soledad sacó de su bolso un fal_para y en menos de 1 segundo rebatió
la culata y lo pasó a automático, bajó sus lentes oscuros tipo antiparra, la
ráfaga de municiones 7.62 sonó casi al mismo instante que el fusil de asalto de
Marta que tiraba munición por munición como adivinando el movimiento del ovni,
su pensamiento era mucho mas veloz que la velocidad de la luz a la que
prácticamente se movía el ovni. Los dos hombres solo atinaron a echarse cuerpo
a tierra detrás de algunas de las rocas del lugar y cubrirse el rostro ya que
la luz los enceguecía, cuando el ovni desapareció tan rápidamente como había
aparecido pudieron bajar sus lentes oscuros para subirlos a la frente al
instante siguiente.
_ Tuvimos suerte, llegó la caballería al rescate (Alfonso
señaló la silueta de Marta que se veía diminuta en la distancia).
_ Sabía que algo ocultabas en ese bolso.
_ No la traje hasta aquí para que solo tome fotografías mi
querido… (Alfonso lo hizo quedar como un tonto y El artesano admitió desconocer
muchas cosas, tantas como las que conocía como buen arqueólogo que era).
_ Volvamos, iremos a aclarar la mente, haremos una reunión
en mi laboratorio, quiero conclusiones.
_ Esto ya es algo personal. (Dijo Soledad con un gesto de
odio).
Subieron uno por uno mientras Marta colaboraba con la
tirolesa, sus brazos eran fuertes y su percepción y puntería maravillosas. Los
dos hombres volvieron en la Luv
y ambas mujeres en el jeep, detrás, tipo protección. Retomaron el trayecto y ya
en el hotel estacionaron todos los vehículos en la parte trasera, Marta
enseguida se dispuso a bajar todo el equipaje mientras el grupo ingresaba por
la puerta posterior del hotel, por un pasillo que daba al lado del hogar, Marta
lo hizo por delante ya con los bolsos con sogas en sus manos, el hombre menudo
levantó la vista y Marta solo le dijo “otra vez esos hijos de puta”.
_ Amigo, tres cafés, no creo que almorcemos. (Y se sentaron
en la mesa de siempre).
_ La velocidad de la luz es, en el vacío, aproximadamente
de 300.000
kilómetros por segundo, la única forma de alcanzarla es
mediante una infinita energía o una pequeñísima masa o ninguna masa, el fotón
no tiene masa, es una partícula portadora de todas las formas de radiación
electromagnética. Lo que vimos pueden ser dos cosas, una que alguien pueda
construir una nave que utilice una energía infinita para lograr esas
velocidades pero a la vez que la masa que posea, un material desconocido por
nosotros, no sea afectado por las leyes físicas como la fuerza de la gravedad,
la otra propuesta sería más lógica que hayamos visto una materialización de una
información que viaja a la velocidad de la luz, los fotones no poseen masa pero
si poseen una masa asociada con la energía que transportan, un fotón no se
para, se estrella contra algo, y al entregar su energía quien la recibe debe
hacer algo con ella, transformarla en energía mecánica, calor o luz de ahí que
la energía no se destruye sino que se transforma.
_ Un holograma…
_ Yo creo que es información electromagnética manejada de
alguna manera.
_ Pero nos atacaba…
_ Este es un universo de luz, todo es transmitido a la
velocidad de la luz y llega hasta donde llega la velocidad de la luz, con un telescopio
podemos ver hasta un punto tal que mas allá solo se registra una radiación
cósmica, todas las ondas de radio o televisión o cualquier información como
gps, teléfonos, Internet, etc, se propagan a la velocidad de la luz hasta un
infinito, podemos estar siendo vigilados, aunque esa información en el espacio
es algo lenta, una comunicación con Neil Armstrong demoraba 1 minuto en llegar
a la luna y otro minuto para que el astronauta contestase… O sea, es algo que
deberemos investigar.
_ Lo investigaremos, en Los Gigantes son muy frecuentes
estas apariciones de ovnis. O sea esos ovnis no pueden venir de tan lejos, si
somos vigilados y actúan al instante no pueden estar mucho mas allá, digamos
que al menos mas allá de la luna.
_ Excepto que utilicen un portal, o sea que estén aquí
mismo, aquí a la vuelta, solo que su espacio tiempo no es el mismo que nuestro
espacio tiempo.
_ Nosotros si vamos muy rápido trasponemos mucho espacio
entonces el tiempo se ralentiza. Por ese motivo la velocidad de la luz es una
constante.
_ ¿Así los Anunakis vivían 450000 años?
_ O sea volvemos a que los Dioses fueron extraterrestres.
_ ¿Fueron?, ¿no hay mas Dioses?.
_ Yo creo que no nos pueden entregar más conocimientos ni
sabiduría…
_ Seguro que no, vayan a dormir una siesta, en unas dos
horas salimos hacia mi laboratorio. (Alfonso era el líder y era evidente que
conocía muchísimas mas cosas que las iba dando con cuentagotas).
Marta seguía entrando el equipo utilizado, miró a su marido
y le dijo en voz baja “me voy a dar una ducha y a dormir un rato, esto no se
terminará jamás, “ellos” están entre nosotros”.
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