miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cansancio - Oliverio Girondo



Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio

lunes, 19 de diciembre de 2011

Al final de la carretera - gatoconbotas


Elegiste bien, un lugar alejado,
anónimo, solitario, autobiográfico…
de sombras alargadas y triangulares,
piedras apiladas, caras afiladas y escalones,
allí como aquí la gente no se mira
ni siquiera se habla,
sigilosamente se ríen de los forasteros
in_sonoras comen con pocos todos sus dientes
y el amarillo y el ocre se desprenden
suaves y tiernos desde sus bocas hasta sus dedos,
porque las no_miradas son tiernas
y las ropas de colores.
Indiferentes,
como arbustos móviles,
floridos y perdidamente infinitos
pidiendo historias
devolviéndote tu propio eco...
en las paredes, inocentes,
hay figuras que te abrazan
y hay palabras que te empujan
y otras que te arrastran
como un péndulo te mueves
entre los lugareños dueños
y encuentras las mil razones
del tiempo y del castigo
y del olvido,
casi los mismos agujeros y vuelves
y la sequía de lágrimas para curarte
consiste inconsistente en el viaje,
un colectivo que llega a la tierra
y arenas de nadie,
al lugar donde todos estuvimos antes,
escondidos entre los conos,
a hurtadillas merodeándote,
detrás de mentes alargadas como esas sombras
de narices triangulares como aquellas,
caras, otras caras, peores caras
muy a pesar de los odontólogos,
muy a pesar de los grises y cementos
y en el final de la carretera
nadie te mira, ¿a quién le importamos?
¿Quién sabe que hay debajo de cada carne?
Un hombre, un nombre,
amor carnal, sangre sin emociones, 
esqueleto 
y tu te fuiste y elegiste
por encima de todo eso.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Oración del remanso - Fandermole (a mi río Paraná y mi ciudad de Rosario)








Soy de la orilla brava del agua turbia y la correntada
que baja hermosa por su barrosa profundidad;
soy un paisano serio, soy gente del remanso Valerio
que es donde el cielo remonta el vuelo en el Paraná.

Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo,
el agua mansa y su suave danza en el corazón;
pero a veces oscura va turbulenta en la ciega hondura
y se hace brillo en este cuchillo de pescador.

Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones.

No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes,
la sangre tensa y uno no piensa más que en morir;
agua del río viejo llevate pronto este canto lejos
que está aclarando y vamos pescando para vivir.

Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua abierta
y en el reposo vertiginoso del espinel
sueño que alzo la proa y subo a la luna en la canoa
y allí descanso hecha un remanso mi propia piel.

Calma de mis dolores, ay, Cristo de los pescadores,
dile a mi amada que está apenada esperándome
que ando pensando en ella mientras voy vadeando las estrellas,
que el río está bravo y estoy cansado para volver.

Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Poema 12 de Oliveiro Girondo (imperdible)



Poema 12

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Virtual anhelo - gatoconbotas






Si yo te leyera más seguido
o si te hiciera el amor una vez cada tres días
seguramente podría desconocerte un poco menos
de lo que desconozco a muchos, a tantos y a ninguno.
Podría yo tenerte en una oración yuxtapuesta
o en una cama llena de palabras sin sentido.
Lo bueno del esperma es que fluye sin mentiras
y lo malo de tantas mujeres por no decir toda una jauría
es que se enamoran mucho más de la lapicera
que del dueño de tan sublime escritura.
A veces recorrer las hojas de una sola vista
volando apenas los renglones, por encima 
o aún mucho más arriba,
nos permite no elegir y dejar volar las personalidades
que de otra forma jamás saldrían a la calle sin sus máscaras,
entonces tu dirías alguna sonsera y yo alegre me reiría,
reiría a carcajadas de tan preciadas buenas intenciones,
desearía tus pechos desnudos, erectos de tantas felonías,
o lloraría desconsoladamente ante la pérdida
de una razón concreta al darme cuenta
que la distancia entre letras es inesperadamente un abismo
y la incoherencia de tantos amores inconexos no supera siquiera
una realidad en la memoria, 
ni el recuerdo de ese tan preciado virtual anhelo.

martes, 13 de diciembre de 2011

Poema 19 - Oliverio Girondo (No podía dejar pasar por alto a este autor y esta poesía)

Tampoco podía dejar por alto a radio Topatumba

¿Que las poleas ya no se contentan con devorar millares y millares de dedos meñiques? ¿Que las máquinas de coser amenazan zurcirnos hasta los menores intersticios? ¿Que la depravación de las esferas terminará por degradar a la geometría?
Es bastante intranquilizador —sin duda alguna— comprobar que no existe ni una hectárea sobre la superficie de la tierra que no encubra cuatro docenas de cadáveres; pero de allí a considerarse una simple carnaza de microbios... a no concebir otra aspiración que la de recibirse de calavera...
Lo cotidiano podrá ser una manifestación modesta de lo absurdo, pero aunque Dios —reencarnado en algún sacamuelas— nos obligara a localizar todas nuestras esperanzas en los escarbadientes, la vida no dejaría de ser, por eso, una verdadera maravilla.
¿Qué nos importa que los cadáveres se descompongan con mucha más facilidad que los automóviles? ¿Qué nos importa que familias enteras —¡llenas de señoritas!— fallezcan por su excesivo amor a los hongos silvestres?...
El solo hecho de poseer un hígado y dos riñones ¿no justificaría que nos pasáramos los días aplaudiendo a la vida y a nosotros mismos? ¿Y no basta con abrir los ojos y mirar, para convencerse que la realidad es, en realidad, el más auténtico de los milagros?
Cuando se tienen los nervios bien templados, el espectáculo más insignificante —una mujer que se detiene, un perro que husmea una pared— resulta algo tan inefable... es tal el cúmulo de coincidencias, de circunstancias que se requieren —por ejemplo— para que dos moscas aterricen y se reproduzcan sobre una calva, que se necesita una impermeabilidad de cocodrilo para no sufrir, al comprobarlo, un verdadero síncope de admiración.
De ahí ese amor, esa gratitud enorme que siento por la vida, esas ganas de lamerla constantemente, esos ímpetus de prosternación ante cualquier cosa... ante las estatuas ecuestres, ante los tachos de basura...
De ahí ese optimismo de pelota de goma que me hace reír, a carcajadas, del esqueleto de las bicicletas, de los ataques al hígado de los limones; esa alegría que me incita a rebotar en todas las fachadas, en todas las ideas, a salir corriendo —desnudo!— por los alrededores para hacerles cosquillas a los gasómetros... a los cementerios....
Días, semanas enteras, en que no logra intranquilizarme ni la sospecha de que a las mujeres les pueda nacer un taxímetro entre los senos.
Momentos de tal fervor, de tal entusiasmo, que me lo encuentro a Dios en todas partes, al doblar las esquinas, en los cajones de las mesas de luz, entre las hojas de los libros y en que, a pesar de los esfuerzos que hago por contenerme, tengo que arrodillarme en medio de la calle, para gritar con una voz virgen y ancestral:
“¡Viva el esperma... aunque yo perezca!”

domingo, 11 de diciembre de 2011

Cuando tu vuelvas - gatoconbotas


Cuando tú vuelvas encontrarás la casa en su último orden,
todos los que no se encuentran seguirán allí, inencontrados
cada uno con sus zapatos marrones, sus lenguas y sus manos
diestras y siniestras con la misma melodía y sus mismas siempre máscaras,
estarán allí, acomodándose a la silla, con los ojos hinchados
mirando simplemente por una ventanilla una naturaleza deformadamente amable.
Tu vuelves y todo vuelve, contigo retorna en el beso la oxitocina segregada,
esa otra tan pequeña pantalla que engaña y hace querer al otro, hasta a ti misma.
Estas historias nuevas, nuestras, perdidas antes de nacer, condenadas, condenadamente repetidas…
¿Cuando fue que perdimos por última vez el tiempo?, ¿soñamos?,
¿Cuánto hace que no dormimos juntos en camas separadas por la distancia?,
¿cuánto que cabalgamos errores por el solo hecho de no decirnos una sola palabra?
Si, tú vuelves, siempre vuelves a la cama de los recuerdos y sábanas puestas,
diligentemente puestas, sin más preguntas ni secretos ni odios ni contradicciones,
¿Por qué deberíamos odiarnos, acaso alguna vez nos amamos tanto como para merecerlo?
No, no merecimos ni irnos ni volver ni decirnos, solo fuimos unos y otros un camino,
el mismo, tierra siena, ojos de colores, cabellos suaves y tiernos y fotos, dulces e imaginarias y distintos besos,
y tu vestido de renglones, subiéndote la falda para que tus piernas sean libres y corran
y descubran tu alma aventurera, tus maravillosas ilusiones, tu espacio, tu aire, tu silencio…los ladrillos de tu vida,
atracción de tu belleza que resuena en el otro, tu imagen inversa en mis pupilas contaminadas,
expresión enferma de ambos, olvidada por ambos, oxidadamente muerta e innecesariamente rutina.
Ahora tu regresas, cuando tu vuelvas y yo me olvide de todo esto y a curarme ya me haya ido.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Milan Kundera: LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER (principales frases y citas)


"No puedo permitir que esto se pierda en la red por lo tanto lo actualizo en mi propio sitio - obtenido del blog frases y retazos al cual recomiendo ampliamente - saludos de ruben gatoconbotas"

JUEVES 12 DE JULIO DE 2007

Milan Kundera: LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER

La persona que desea abandonar el lugar en donde vive, no es feliz.

El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer).

Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento.

El que está en el extranjero vive en un espacio vacío en lo alto, encima de la tierra, sin la red protectora que le otorga su propio país, donde tiene a su familia, sus compañeros, sus amigos y puede hacerse entender fácilmente en el idioma que habla desde la infancia.

Mientras las personas son jóvenes y la composición musical de su vida está aún en sus primeros compases, pueden escribirla juntas e intercambiarse motivos, pero cuando se encuentran y son ya mayores, sus composiciones musicales están ya más o menos cerradas y cada palabra, cada objeto, significa una cosa distinta en la composición de la una y de la otra.

Quien busque el infinito, que cierre los ojos.

El campo de concentración es un mundo en el que las personas viven permanentemente juntas, de día y de noche. La crueldad y la violencia no son más que rasgos secundarios (y no imprescindibles). El campo de concentración es la liquidación total de la vida privada.

Las preguntas verdaderamente serias son aquéllas que pueden ser formuladas hasta por un niño. Sólo las preguntas más ingenuas son verdaderamente serias. Son preguntas que no tienen respuesta. Una pregunta que no tiene respuesta es una barrera que no puede atravesarse. Dicho de otro modo: precisamente las preguntas que no tienen respuesta son las que determinan las posibilidades del ser humano, son las que trazan las fronteras de la existencia del hombre.

¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía.

No tenía nada en común con esos héroes decididos a mirar valientemente a los ojos al pelotón de fusilamiento. Lo único que quería era alejar el momento de la muerte. Sentía que en el momento en que tuviera los ojos vendados se encontraría en la antesala de la muerte, de la cual no existe camino de regreso alguno.

Así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz.

Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también.

El río fluye de una edad a otra y las historias de la gente transcurren en la orilla.

El carácter único del "yo" se esconde en lo que hay de inimaginable en el hombre. Sólo somos capaces de imaginarnos lo que es igual en todas las personas, lo general. El "yo" individual es aquello que se diferencia de lo general, o sea lo que no puede ser adivinado y calculado de antemano, lo que en el otro es necesario descubrir, desvelar, conquistar.

Parece como si existiera en el cerebro una región totalmente específica, que podría denominarse "memoria poética" y que registrara aquello que nos ha conmovido, encantado, que ha hecho hermosa nuestra vida.

El amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética.

Los personajes no nacen como los seres humanos del cuerpo de su madre, sino de una situación, una frase, una metáfora en la que está depositada, como dentro de una nuez, una posibilidad humana fundamental que el autor cree que nadie ha descubierto aún o sobre la que nadie ha dicho aún nada esencial.

Una novela no es una confesión del autor, sino una investigación sobre lo que es la vida humana dentro de la trampa en que se ha convertido el mundo.

La vida humana acontece sólo una vez y por eso nunca podremos averiguar cuáles de nuestras decisiones fueron correctas y cuáles fueron incorrectas. En la situación dada sólo hemos podido decidir una vez y no nos ha sido dada una segunda, una tercera, una cuarta vida para comparar las distintas decisiones.

Si la excitación es el mecanismo mediante el cual se divierte nuestro Creador, el amor es, por el contrario, lo que nos pertenece sólo a nosotros y con lo que escapamos al Creador. El amor es nuestra libertad.

Amarrar el amor al sexo ha sido una de las ocurrencias más extravagantes del Creador.

La única manera de salvar el amor de la estupidez del sexo hubiese sido la de ajustar de otro modo el reloj de nuestra cabeza y excitarnos viendo una golondrina.

La pregunta es como un cuchillo que rasga el lienzo de la decoración pintada, para que podamos ver lo que se oculta tras ella.

La realidad es más que un sueño, mucho más que un sueño.

La nostalgia del Paraíso es el deseo del hombre de no ser hombre.

La luna colgando de un cielo aún no oscurecido le parecía como una lámpara que han olvidado apagar y que ha estado encendida todo el día.

Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porque deseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer sólo su mera presencia.

La felicidad es el deseo de repetir.

El horror es un impacto, un momento de absoluta ceguera. El horror está desprovisto de toda huella de belleza. No vemos más que la intensa luz del acontecimiento desconocido que aguardamos. La tristeza, por el contrario, presupone que sabemos.

La luz del horror perdió intensidad y el mundo empezó a verse bajo una iluminación azulada, tierna, que hacía las cosas más bellas de lo que eran antes.

Matar las tardes/ Sin puntos ni comas - Sabina









joaquin sabina

Matar las tardes
Esta no es la embajada del reproche
ni el vademécum de lo que perdí,
para que llueva, para ser de noche,
es condición sine qua non to be
or not to be, como intuyó el bolero
calavera de un príncipe danés,
se equivoca la urgencia y el te quiero
que no vuelve la ausencia del revés.
Escribo solo por matar las tardes,
por no ponerme a deshacer maletas,
por no arrastrarme por las estaciones,
por no andar, como el rey de los cobardes,
mustio, con un ramito de violetas,
en el sepelio de las decepciones




Sin puntos ni comas
No somos siempre nosotros el bueno,
no tienen otros la culpa de todo,
la redencion mata mas que el veneno,
perfil de plata,borcegui de lodo.

Neuras y gritos y coches y aromas,
calles y cuerpos y noches y azares,
sigue corriendosin puntos ni comas,
sube al infierno,baja a los altares.

Perdi mi sueldo de bombero un dia,
que,por jugar a echar troncos al fuego
queme los muros de la patria mia.

¿como iba yo a saber que la hidalguia
era el pijama a rayas del talego
y la ambicion de un perro policia?