y andar de caza en caza
casado.
Agazapado a la noche,
nadando soledades
me encontré con fragmentos
de unas madrugadas,
aquellos viejos diarios
de la sección recuerdos,
encontré en lo tardío
que los besos
se mordían los labios.
Decidí crecer,
desde el ombligo para adentro
y colgué del respaldo de una silla
tres canciones:
ayer, hoy y mañana,
entonces supe del tiempo
y de su horizonte pájaros,
poco a poco
me divorcié del destino,
miré mil veces el mar
y encontré
más sombras de la vida,
te extrañé mares
y veredas arboladas
de la adolescencia
donde nunca existimos.
Caminé sin mirar atrás
y olvidé mis huellas
en aquellos corazones rotos
cosidos apenas con impaciencia.
Presumí de hombre
y caí de bruces de la cama
golpeado por la aguja de la edad,
atormentado de lo cotidiano,
atado de pies y manos
esclavo del cielorraso gris ahumado.
Entonces le pregunté al viento
que siempre sigiloso pasa verde:
“¿qué necesidad de ti carne y sueño?”
Y te miré de lejos deseándote
desnuda y a mi lado, siempre.
Con tus poesias uno nunca sabe que decir! Dejas callado..tus poesias son para sentir y celebrar, son una coronacion de sentido, de vida, de belleza, aunque el el fondo, tus poesias duelan o quizas por eso, es que llegan tanto.
ResponderEliminarSaludos, gran poeta.
este es uno de mis poemas favoritos, habla mucho de mi y sin embargo el lector sin saber de las situaciones que llevaron a escribir cada frase las hace suyas bajo sus propias situaciones, eso es lo que intuyo y es mi búsqueda, que cada letra profane y escarbe en el interior de cada uno. un beso para ti y mil gracias por tus siempre palabras tan bonitas,
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