Una ventana en mis ojos marrones,
una senda de tierra
es un destino
que me lleva lejos.
En tus ojos marrones
mi íntima locura
es un lugar adonde ir.
Tus pestañas y cejas delineadas
como un negro camino
me llevan lejos.
Tu voz como el viento
que tuerce los árboles
y me besa,
tu cinta de negros carbones
prolijamente peinada
me lleva lejos...
Tu boca roja y dulce como una manzana
me dan a ambos lados las señales,
tu rostro satinado angelical,
todo, todo me lleva lejos,
tan lejos...
Que seis letras se escapan del mapa,
una palabra vacila,
una postal sin firmar,
una corazonada sin freno...
Me llevan lejos
y duele,
tu nombre duele ciudades,
dos ciudades dos veces duelen
y se escapan
de aquí hasta allí,
de allí hasta acá
dos aves dibujando cinturas
revoloteando en un intrincado corazón_desamor.
Y yo como un hombre necio y sincero,
de distancias herido
soy un simple cartel difuso
aprendiz de tu propio sueño perdido.
Y en las sombras de las nubes al suelo
fingiendo tu figura en la ruta
siento tu cuerpo de amante secreto
que me lleva tan lejos
que de allí ya no se como volver
sin aquella lluvia cobarde
y sin ti.
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