La vieja olivetti
No se por qué,
nunca lo se.
Estas allí desde siempre
oculta entre mis papeles
y no me dices nada,
nunca me hablas
o mejor dicho casi siempre callas.
Cajas, cajas y mas cajas, archivos y callas,
así debe ser la vida del poeta,
del obrero o del cineasta...
o simplemente el silencio masticado
de un viejo cartonero.
Fui feliz,
si alguna vez lo fui,
lo soy cuando me sirvo vino
y cuando florecen mis claveles blancos,
debí teñirlos de rojo y no rubios como aquellos zapatos tuyos
rojos, Rojos, demasiado.
Es la inteligencia la que se repite en mis errores,
toda la información detallada letra por letra en mi alma.
¿Tú tienes alma?,
¿Qué dice ella que yace quieta, muda, casi suicidada?
Nada,
puedo deletrear tus labios
y mi nombre se traba entre tus dientes,
cada palanca lo dicta,
resuena, tap, tac, tac
y no hay caso,
entre dientes se traba.
El amor debió venir en un sobre cerrado,
sellado,
sin destino
y yo encontré esa misiva entre mis cosas.
Tuve una idea,
te imaginé conmigo mirándonos a los ojos,
tu bajabas la mirada
y yo soñaba con ese reloj viejo y amarillo de los trenes,
un cuarto casi siniestro
y tu cuerpo desnudo
deseando que la hoja se llene de palabras bonitas
y de sexo afortunado,
tu amor es así de rozagante,
mi amor es mas profundo y secreto
clavado en la tierra como una estaca
que sin embargo te ata, te quiere, te juzga, te bifurca
y un día se detiene
frente a ti
en la obra terminada.
nunca lo se.
Estas allí desde siempre
oculta entre mis papeles
y no me dices nada,
nunca me hablas
o mejor dicho casi siempre callas.
Cajas, cajas y mas cajas, archivos y callas,
así debe ser la vida del poeta,
del obrero o del cineasta...
o simplemente el silencio masticado
de un viejo cartonero.
Fui feliz,
si alguna vez lo fui,
lo soy cuando me sirvo vino
y cuando florecen mis claveles blancos,
debí teñirlos de rojo y no rubios como aquellos zapatos tuyos
rojos, Rojos, demasiado.
Es la inteligencia la que se repite en mis errores,
toda la información detallada letra por letra en mi alma.
¿Tú tienes alma?,
¿Qué dice ella que yace quieta, muda, casi suicidada?
Nada,
puedo deletrear tus labios
y mi nombre se traba entre tus dientes,
cada palanca lo dicta,
resuena, tap, tac, tac
y no hay caso,
entre dientes se traba.
El amor debió venir en un sobre cerrado,
sellado,
sin destino
y yo encontré esa misiva entre mis cosas.
Tuve una idea,
te imaginé conmigo mirándonos a los ojos,
tu bajabas la mirada
y yo soñaba con ese reloj viejo y amarillo de los trenes,
un cuarto casi siniestro
y tu cuerpo desnudo
deseando que la hoja se llene de palabras bonitas
y de sexo afortunado,
tu amor es así de rozagante,
mi amor es mas profundo y secreto
clavado en la tierra como una estaca
que sin embargo te ata, te quiere, te juzga, te bifurca
y un día se detiene
frente a ti
en la obra terminada.
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