Concurrimos
solo un instante
un puente azul nos acercó
D i s t a n c i a,
y los ojos se nos hicieron mas grandes
y nos vimos algo cerca
casi horizonte…
Descubrimos dos patios
y en sus latidos vimos
que las parras estaban plenas
y nos dieron sus uvas,
allá verdes y aquí moradas
en pequeños racimos
de vida.
Fuimos como dos ciudades,
sencillas ciudades
con sus tardes,
sus calles,
sus paredes,
sus relojes y claveles,
sus parches
y hasta con sus sombras
tan sombrías,
y hacia el mar
una pendiente frágil
nos declaró huérfanos
de corazón y tinta
un momento
tan de prisa cuesta abajo
o demasiado cuesta arriba
entonces supimos parecernos
a casi todos,
MUDOS,
sin imaginación
nos miramos de espalda,
amamos indiscriminadamente
a la nada,
brindamos por la nostalgia
con vasos llenos de arte,
recuerdos sin humor,
mojados por dentro
nos conformamos
y allí empezamos a morir
de a poco
escapando por esta realidad
tan vana
que aquel puente azul
jamás hubiera querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario