Nada puede llegar hasta mí,
nada me alcanza,
nadie
o simplemente todo.
Es esa excesiva necesidad del
alma
la que me exige, me obliga,
me instiga, me sumerge:
INSTANTÁNEA
INSTANTÁNEA
Soy yo,
este, ese, aquel, casi otros,
todos iguales,
imaginarios…
Que voz es la que te
encierra,
te encuadra, te vislumbra,
puedo yo atraparte entre mis
dedos
y tú me señalas,
me dices “te quiero” y partes
en parte a cualquier parte
insignificante para mi
importante para todos los
otros significados.
Yo puedo ser quien te salve,
yo puedo amarte de mil
maneras diferentes
y sin embargo solo digo que
tu rostro, tu gorra inclinada, tu sombra
tu rostro, tu gorra inclinada, tu sombra
me dicen casi ese demasiado
sentimiento
y solo atino a sentarme
sigiloso,
en silencio,
a pensarte
mientras la vida pasa
y cuelga su momento.
a pensarte
mientras la vida pasa
y cuelga su momento.
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