La vida no me llama,
no se me declara,
o será que 
la rutina me obnubila,
me tapa el cielo con sus manos.
Me digo, me repito: 
sigue adelante en la demanda
por mas piedras que me atormenten en el camino,
por mas sueños inconclusos por lo caros
por mas que la mire 
y ella no me devuelva su mirada. 
Entonces la espero en esta distancia innecesaria
y en el mejor momento
cuando tengo su voz entre mis manos
simplemente
se me termina el crédito.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario