Nada es más estúpido
que escribirle a la nada,
la nada está vacía del todo
como esos ojos pardos distantes
y un desaparecido cielo,
cabellos de chocolate
y voces.
Mi atmósfera pesada de olores ocres,
mensaje inmundo de letras,
sobra zumbido seco espectro,
nauseabundo mundo de mis ideas calcinadas
pienso e inconformemente
me descubro en el deseo:
POSESIÓN - POSESIÓN - POSESIÓN
tan incoherentemente soñando despierto.
Nada es tan mi todo
que ya no me alcanza
y aunque insista, resista
y persiga y persista
nada es más estúpido
que la propia estupidez
de creer crecer desde la nada
buscar persistentemente
lo inalcanzablemente nada
entonces lo inalcanzable se transforma
en otra forma enferma,
la forma tonta de la nada,
forma sin forma, deformadamente
la nada es un útero vacío y yermo,
un desierto de porcelana china blanca,
brillante y barata
con pequeñas flores rosas
de verdes tallos adornada,
tan brillante de tristeza
que vacía por dentro soledades
y solo dándola vuelta
puedo redescubrir tu nombre
terciopelo azul
epicentro que chisporrotea
eléctrico vanidades
al roce de mis dedos sobre la mesa,
tú me odias
o me amas demasiadamente todo,
yo simplemente
te recuerdo nada
y la noche triste se lo lleva.
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