¿Hasta donde puedo llegar?
¿cual es el límite al andar?
tal vez hasta el borde,
ese exacto contacto con la piel
el norte o más allá también,
anatomía de líneas,
distancias al cuerpo de letras
horizonte de aromas,
sueño de geométricas miradas
y el alma se desata
en miles de mudas palabras
que la describen sin decirlo
cuando la amo, cuando digo,
cuando escribo y la describo:
dos soles negros hacen de mi
a un simple mendigo.
Quiero dejar los márgenes
e introducirme
continente el saber…
que soy rumor,
un simple bosquejo,
es extraño desconocer
un desconocido
y ser
parte de la historia y aparte
caminar estas frías veredas
con árboles ralos y perros sin rabo,
¿como ser feliz?
sin los besos endemoniados,
ni huesos, ni labios,
si las puertas se traban
o al menos al abrir hacen ruido,
ese chillido – animal herido,
nunca terminan de estar abiertas,
no soporto a la vida sin aceite
y sin embargo necesito tanto este camino
de páginas con dintel
y sin ombligo.
Voces que me llegan suavemente,
amor desconocido
de rostros y fotos
y desiertos sin vientos
apenas sostenido
por la brisa de un amigo
que me alienta
y desalienta
el aparente desafío
de elegir a quien
me ha elegido…
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